viernes, 26 de febrero de 2021

La pequeña ermita de la bulliciosa calle Fuencarral.

LA PEQUEÑA ERMITA DE LA BULLICIOSA CALLE FUENCARRAL.


En el número 44 de la bulliciosa y comercial calle Fuencarral, esquina con Augusto Figueroa, se encuentra este humilde edificio de ladrillo visto construido en 1712.  Se trata de la capilla de Nuestra Señora de la Soledad, también conocida como el Humilladero de la calle Fuencarral.

Puerta de acceso a la ermita de Nuestra Señora de la Soledad y fachada que da a la calle Augusto Figueroa.

Su origen se remonta a la época de Felipe II, cuando se originó el Camino de Fuencarral que partía desde el norte de la antigua puerta de la Red de San Luis. Con el paso del tiempo Madrid siguió creciendo y dicho camino llegó hasta la actual Glorieta de Bilbao, donde se ubicó la Puerta llamada de los Pozos de la Nieve.

Vieja imagen de la ermita con las fachadas revocadas, antes de la restauración de 1983. Fuente: www.artedemadrid.wordpress.com 

Entre ambas puertas surgió la calle de Fuencarral, que poco a poco se fue llenando de edificaciones. Según la tradición, desde tiempos muy antiguos existió en ese camino un arco que alojaba la imagen de una virgen. La vía aparece en los planos antiguos con el nombre de calle de Santa María del Arco, (actual calle Augusto Figueroa). Todo aquel caminante que entraba o salía de la Villa se solía detener allí a rezar. Este fue el origen de la capilla o humilladero, edificada posteriormente.

La palabra humilladero procede de humillar, es decir postrarse, arrodillarse o inclinar la cabeza en señal de sumisión y respeto ante una imagen sagrada.

Fachada de la ermita que mira a la calle Fuencarral. 

Desde entonces, la propiedad de la capilla fue pasando por varias familias de miembros de la nobleza, que fueron trasmitiéndola a sus descendientes hasta 1947. Al fallecer ese año la última propietaria, la dejó en herencia a la parroquia de San Ildefonso. En la actualidad la capilla depende de la cercana Parroquia de San Antón.

Talla del Cristo del Consuelo que se venera dentro de la ermita.

En su interior destaca el Cristo del Consuelo, imagen del siglo XVII citada por Benito Pérez Galdós como el "Cristo de las Llagas" en su conocida novela La Fontana de Oro.  El retablo principal aloja el cuadro de Nuestra Señora de la Soledad (s. XVII), pintura muy parecida a la de la madrileñísima Virgen de La Paloma.

Retablo que aloja la pintura de Nuestra Señora de la Soledad, imagen muy parecida a la conocida Virgen de la Paloma.

Desde abril de 2018 esta ermita se encuentra abierta todos los días con un amplio horario al numerosísimo público que atraviesa esta calle peatonal abarrotada de tiendas. Está atendida por un sacerdote de la Iglesia de San Antón y por voluntarios de la Ong “Mensajeros de la Paz”, que preside el conocido padre Ángel García. 

 

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Prohibida la reproducción total o parcial del artículo y las fotografías, salvo autorización escrita del autor.


viernes, 19 de febrero de 2021

La olvidada puerta del Hospital de La Latina.

LA OLVIDADA PUERTA DEL HOSPITAL DE LA LATINA.

Antigua imagen del Hospital de la Latina a finales del siglo XIX. Fuente: www.bibliotecas.madrid.es

Una de las joyas más valiosas y desconocidas del Madrid medieval es la portada del antiguo Hospital de La Latina. Paradójicamente se encuentra olvidada en el aparcamiento de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, sita en el número 4 de la avenida Juan de Herrera de la Ciudad Universitaria.

Aspecto actual de la portada del antiguo Hospital de La Latina, instalada en el exterior de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Ciudad Universitaria.

La portada se encontraba en la entrada principal del antiguo Hospital de La Concepción de Nuestra Señora, conocido popularmente como Hospital de la Latina. Fue fundado por Beatriz Galindo y su marido Francisco Ramírez, apodado “El Artillero”. Beatriz fue una mujer muy destacada en su época debido a su gran cultura. Trabajó como camarera, confidente y profesora de latín de la reina Isabel la Católica, por lo que era conocida como “La Latina”.

Retrato  anónimo de Beatríz Galindo (h. 1500-1525). Fuente: Museo Lázaro Galdiano de Madrid. 

La portada es de piedra caliza, con un gran arco ojival apuntado y decoración a base de bolas y motivos vegetales. En la parte central destacan dos figuras que representan el Abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada de Jerusalén, y esculturas de San Francisco y San Onofre a los lados.

 Más abajo podemos ver los escudos de armas de los fundadores, los Galindo y los Ramírez. Bajo las imágenes hay una inscripción : “Este Hospital es de la Concepción de la Madre de Dios, que fundaron Francisco Ramírez y Beatriz Galindo, su muger, año de 1507”. Toda la portada se encuentra enmarcada en un alfíz y bordeada con el cordón franciscano.

Detalle de la portada, con la escena central del abrazo de San Joaquín y Santa Ana.

El edificio se encontraba en la calle Toledo, en el arrabal existente fuera del recinto amurallado cristiano cercano a la Puerta de Moros. Fundado como hospital para pobres, fue edificado por el arquitecto mozárabe Maestre Hazán. Lo más destacable del mismo era  esta portada gótico-mudéjar y la escalera.

Gran arco de herradura apuntado y viejos escudos en la parte posterior de la portada

El matrimonio mandó labrar para ambos unos sepulcros de alabastro de estilo renacentista, que fueron instalados en otra fundación suya, el Monasterio de la Concepción Jerónima. Estos sepulcros “viajeros” estuvieron en los años 80 del siglo XX en el zaguán de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de la plaza de la Villa. Desde allí se trasladaron a la capilla del antiguo Museo Municipal de la calle Fuencarral. Actualmente se exponen en el Museo de San Isidro o de los Orígenes de Madrid, en la plaza de San Andrés.


Sepulcros de estilo plateresco de Beatríz Galindo y su esposo Francisco Ramírez, en su actual ubicación en el Museo de San Isidro. 

En 1899 se dejó de admitir a los enfermos, ya que el edificio se encontraba en estado ruinoso. Fue demolido en 1904 con el fin de ensanchar la calle Toledo. En su lugar se edificó en 1909 un convento de monjas concepcionistas. El nuevo edificio de ladrillo está realizado en estilo neomudéjar y posee variadas ventanas con marcos de piedra de estilo neogótico. Hoy día continúa manteniendo su función religiosa.
Actual Convento de la Concepción de monjas franciscanas en la calle Toledo 52.

Las piedras de la portada acabaron dispersas en el antiguo Almacén de la Villa de la calle Santa Engracia. En marzo de 1960 se recuperó la portada y se instaló en el lugar donde se encuentra en la actualidad. El arquitecto Fernando Chueca Goitia la reconstruyó entonces con la idea de que formara parte del embrionario proyecto de un Museo Nacional de Arquitectura, que nunca se llegó a materializar.

Portada del antiguo Hospital de La Latina en el aparcamiento de la Escuela Superior de Arquitectura de la Ciudad Universitaria.

La escalera de estilo gótico flamígero se encuentra instalada actualmente en la Casa de Don Álvaro de Luján, sede de la citada Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Desafortunadamente no es visitable por el público, ya que su acceso está restringido a personas ajenas a la institución. 

Antigua escalera del Hospital de la Latina, emplazada actualmente en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (plaza de la Villa, 2). Fuente: www.fotomadrid.com


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viernes, 12 de febrero de 2021

Las reliquias de San Valentín en la Iglesia de San Antón.

LAS RELIQUIAS DE SAN VALENTÍN EN LA IGLESIA DE SAN ANTÓN.

Este próximo 14 de febrero se celebra la festividad de San Valentín, patrón de los Enamorados. Curiosamente, los restos óseos de este santo se veneran en la Real Iglesia de San Antón de la calle Hortaleza. Están guardados en una urna, expuesta en una capilla a la derecha del altar mayor.

Urna que contiene los restos óseos de San Valentín. 

San Valentín fue un sacerdote romano que sufrió martirio y fue degollado un 14 de febrero del año 270  D.C.  Estaba acusado de haber casado en secreto a varias parejas, pese a la prohibición del emperador Claudio II. Por entonces se creía que los solteros eran guerreros mucho más fieros y aguerridos en las batallas que los casados, ya que no tenían ataduras que mermaran su bravura.

Panorámica del interior de la iglesia de San Antón, obra del arquitecto Pedro de Ribera.

Estas reliquias procedentes de las catacumbas de Roma llegaron a España a finales del siglo XVIII. Fueron un regalo del Papa al rey Carlos IV, que las cedió a la orden de los Escolapios.  Desde entonces fueron custodiadas en este templo, destacada construcción barroca del arquitecto  Pedro de Ribera. Permanecieron ocultas a los fieles hasta el año 1984, fecha en la que se depositaron en una urna de vidrio con molduras de estilo rococó.

Capilla situada a la derecha del altar mayor, que aloja la urna de San Valentín y el cuadro "La última comunión de San José de Calasanz".

La urna contiene la calavera, dos fémures y varios huesos del santo. Están expuestas en una capilla junto al cuadro “La última comunión de San José de Calasanz”, copia del lienzo original pintado en 1819 por Francisco de Goya que aún conservan los Padres Escolapios.

Oración a San valentín, patrón de los Enamorados. Fuente: www.mensajerossananton.com  

El templo está regido por el conocido y mediático padre Ángel García, fundador en 1962 de la Ong “Mensajeros de la Paz”. Esta organización desarrolla labores de cooperación al desarrollo, asistencia social y ayuda humanitaria en 50 países. Desde 2015, año de la llegada de este sacerdote a esta iglesia, existe la costumbre de acudir a la misma para atar en la verja de la capilla de San Valentín una cinta azul, con el nombre de la persona amada o un mensaje de amor.

Cinta azul que se  recoge en la iglesia y en la que se puede escribir un mensaje de amor. Se deja atada en la reja de la capilla de San Valentín. Fotografía de Elena Martínez. 

Exterior de la Iglesia de San Antón en la calle Hortaleza.

Este templo, situado en el número 63 de la calle Hortaleza, se encuentra abierto las 24 horas del día. Además de la exposición permanente del Santísimo, ofrece servicios tan poco habituales como pantallas de televisión, servicio de desayunos y café, sofás para descansar,  conexión wifi, asesoría jurídica y atención sanitaria. Los cepillos de limosnas sirven tanto para recibir dinero. como para poder entregar a los más necesitados.

Capilla situada a la entrada del templo, visible desde la calle a través de una reja,  que expone permanentemente el Santísimo. 

 

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viernes, 5 de febrero de 2021

La "viajera" fuente del Canal de Isabel II.

LA "VIAJERA" FUENTE DEL CANAL DE ISABEL II. 

Una de las fuentes más “viajeras” de Madrid es la llamada “fuente del Canal”. Formada por un gran vaso circular de piedra y dos piletas pequeñas a los lados, se halla situada frente al palacete de los Vargas de la Casa de Campo.  La podemos ver entrando en el parque por la histórica Puerta del  Rey, reconstruida hace pocos años cuando se abrió el parque Madrid Río.

La antigua fuente del Canal de Isabel II en su emplazamiento actual, frente al palacete de los Vargas de la Casa de Campo. 

Esta  fuente se inauguró el 24 de junio de 1858 en la calle Ancha de San Bernardo,  frente a la barroca  Iglesia de Montserrat.  Conmemoraba la llegada de las aguas del  río Lozoya a Madrid, presumiendo de la gran presión que traía el Canal con un elevadísimo chorro de 30 metros de altura.  Ese día se le dijo con ironía a la reina Isabel II :  “Señora, hemos tenido la suerte de ver a un río ponerse de pie”.

Fotografía de  J. Laurente que muestra la fuente en 1858 el día de su inauguración. Al fondo, la iglesia de Montserrat. Fuente : Archivo del Canal de Isabel II.

La construcción del Canal de Isabel  II supuso la llegada del agua corriente a un Madrid en crecimiento, que desde la época medieval  se había surtido de este preciado líquido en fuentes, pozos  y “viajes” de agua.  Fue una  obra promovida  por la Reina y mandada construir por el entonces Presidente del Consejo de Ministros Juan Bravo Murillo. Curiosamente, este político no fue invitado al acto oficial. Debido a los vaivenes políticos del siglo XIX había sido destituido pocos años antes, por lo que asistió como mero espectador entre el resto del público.

Fuente de la Calle Ancha de San Bernardo el día de la inauguración. Óleo de Eugenio Lucas Padilla. fuente: Museo de Historia de Madrid.

La fuente se trasladó en 1860 a la Puerta del Sol, pero debido a su enorme chorro solo funcionaba en fechas señaladas y durante un corto espacio de tiempo. Según contaba el escritor madrileñista  Ángel Fernández de los Ríos: “pasados cinco minutos, toda la plaza se convertía en pilón…” Con el tiempo, el gran surtidor fue sustituido por otros más pequeños. La fuente se acabó desmontando en 1895, ya que suponía un estorbo debido al gran tráfico de tranvías en la plaza.

La Puerta del Sol hacia 1862. Fotografía de Jean Laurent.  

Las piedras que constituían la gran taza estuvieron un tiempo depositadas en el parque del Oeste. En el año 1913 la fuente fue instalada de nuevo en la glorieta de Cuatro Caminos.  Durante las obras de montaje se repusieron algunas piedras perdidas y se instaló en el centro de la misma un nuevo surtidor de chorros de agua.

La fuente en 1920 en la glorieta de Cuatro Caminos. Fuente: Museo de Historia de Madrid.

En 1932 se decidió desmontar de nuevo la fuente, ya que suponía un obstáculo debido al aumento de circulación de automóviles.  Tras pasar un tiempo olvidada en los almacenes municipales, en 1958 se trasladó a su actual emplazamiento de la Casa de Campo, dónde continúa funcionando.

 

La fuente en la actualidad. Al fondo, la Puerta del Rey de la Casa de Campo.


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El Hotel Palace, historia viva de Madrid desde 1912.

EL HOTEL PALACE, HISTORIA VIVA DE MADRID DESDE 1912. Entrada principal al hotel, en el chaflán de la calle Duque de Medinaceli con la plaza ...