viernes, 28 de mayo de 2021

El "Arco de Triunfo" de Chamberí.

EL "ARCO DE TRIUNFO" DE CHAMBERÍ. 

Edificio Sabas Yagüe Murías en la calle Santa Engracia nº 19-21.

Uno de los edificios clásicos más sorprendentes de Madrid se encuentra en la calle Santa Engracia nº 19 y 21. El elemento que llama la atención es su innovadora fachada, construida en forma de cubo hueco o arco triunfal.

Detalle del gran arco o voladizo, decorado con casetones, y las molduras y florones de las ventanas.

Este inmueble del barrio de Chamberí es conocido como Edificio Sabas Yagüe Murias, por el promotor que lo construyó. Fue edificado en 1945 por el arquitecto Eduardo Lagarde Aramburu (1883-1950). Está realizado en ladrillo visto y piedra y adornado con florones y molduras clásicas, siguiendo el estilo “imperial” o “nacional”, de moda en la época de la posguerra.

Eduardo Lagarde con la ciudad de Toledo al fondo. Fuente :  http://manuelblastres.blogspot.com/

Este olvidado arquitecto empezó  la carrera militar por tradición familiar, llegando al rango de Coronel  de Infantería.  Durante toda su vida fue una persona muy polifacética, dotada de una gran creatividad. Tras obtener el título de arquitecto, ejerció la carrera en la ciudad de San Sebastián. Pero además tuvo un gran éxito  como  pintor, dibujante, cartelista, ilustrador, redactor de prensa, escenógrafo, promotor de exposiciones y humorista gráfico.

Imagen del edificio con el original voladizo de la sexta planta.

En 1938 durante la guerra civil fue nombrado  Jefe del Servicio Militar de Recuperación Artística de Vanguardia, restaurando edificios y monumentos afectados por la contienda.

Trabajó en la Dirección General de Regiones Devastadas, organismo creado tras la guerra por el Ministerio de la Gobernación.  Desde su cargo como Director se volcó por entero a Toledo, su ciudad natal. A él se deben la reconstrucción y restauración de numerosos edificios toledanos  como el  Alcázar, San Juan de los Reyes, el Hospital de Tavera, el Hospital de Santa Cruz, el castillo de San Servando o la plaza de Zocodover,  entre otros.

Entrada común a los dos portales del edificio por la calle Santa Engracia.

Cabe destacar la inauguración en la noche del 23 de junio de 1943, de un alumbrado de más de noventa faroles en la ciudad de Toledo por iniciativa suya.  Gracias a ello se creó una ruta turística nocturna que potenciaba el patrimonio artístico toledano. Era un atractivo más para  que los turistas permanecieran más horas en la Ciudad Imperial.

Travesía del Arquillo en Toledo. Realizada por José Luis Rodríguez Holgado. Fuente : https://www.flickr.com/photos 


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Prohibida la reproducción total o parcial del artículo y las fotografías, salvo autorización escrita del autor.

viernes, 21 de mayo de 2021

La desconocida historia de la escultura del Reina Sofía.

LA DESCONOCIDA HISTORIA DE LA ESCULTURA DEL REINA SOFÍA. 

"El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella", escultura de Alberto Sánchez.

Después de llevar veinte años instalada en la plaza de Juan Goytisolo –frente a la entrada principal del  Museo Reina Sofía- pocas personas se detienen a contemplar esta escultura de cerca. La esbelta obra de 12,5 metros de altura y varias toneladas de peso tiene escrito en su cartela un largo y poético nombre : "El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella".

Autorretrato de Alberto Sánchez (1950-1952) Óleo sobre lienzo. Colección privada. Fuente: www.abc.es

Es una réplica en cemento  pulido de la obra original del pintor y escultor Alberto Sánchez (Toledo 1895 - Moscú 1962). Alberto es conocido sobre todo por fundar en 1927 junto al pintor Benjamín Palencia la llamada “Escuela de Vallecas”. Esta corriente artística de vanguardia pretendía renovar el arte español y llevarlo, según sus propias palabras, “a la altura de París”.

Detalle de la parte superior de la escultura, en la que se aprecian las figuras y la superficie de cemento pulido con surcos.

La escultura tiene forma orgánica y está concebida como un tótem, coronado por una estrella roja en lo alto. En un lateral de la misma se aprecia una paloma posada. Tiene forma de gran cactus antropomórfico, con la superficie llena de surcos como si fuera la tierra arada. El título de la obra expresa el dolor y el drama de un pueblo sumido en una cruenta guerra civil.

Pabellón de España en la Exposición Internacional de París de  1937. Fuente : www.abc.es

La obra original estuvo expuesta a la entrada del Pabellón de España en la Exposición Internacional de París de 1937, mientras el país se encontraba en plena guerra civil. Compartía el espacio junto a obras artísticas tan emblemáticas como “La Montserrat” de Julio González, el “Guernica” de Pablo Picasso, o la “fuente de mercurio” del escultor estadounidense Alexander Calder.

Interior del Pabellón de España de París en 1937, con el "Guernica" de Picasso y la fuente de mercurio. de Calder. Fuente:  https://elpais.com/

Tras finalizar la exposición de París su pista se perdió misteriosamente, desconociéndose hoy día su paradero. La escultura se rehízo en 2001, con motivo de la exposición retrospectiva dedicada al artista Alberto Sánchez en el Museo Reina Sofía. Esta réplica fue realizada por el escultor valenciano Jorge Ballester, tomando como muestra una maqueta conservada y fotografías de la época. Tras la muestra, se instaló definitivamente en la plaza.

Entrada principal del Museo Reina Sofía por el edificio Sabatini.

Precisamente el Reina Sofía conserva en su colección una maqueta a escala reducida de esta obra realizada en escayola, a la que le falta la estrella superior. La escultura fue encontrada en 1986 en los sótanos del Palacio de Montjuic de Barcelona, junto con otras obras procedentes del Servicio de Protección del Patrimonio Artístico. El Museo guarda también otra maqueta realizada en madera de cedro, depositada por un coleccionista particular. 



Maquetas de 1937 de la escultura,  realizadas en escayola y madera. Fuente:  https://www.museoreinasofia.es/

Como curiosidad, contar que en la plaza de Barrio Nuevo de Toledo se encuentra desde 1991 una reproducción de menor tamaño de esta obra, realizada en bronce.

Plaza de Barrio Nuevo de Toledo. Reproducción de la obra de Alberto, realizada por G. Cruz Marcos y F. Villamor en 1991. Fotografía de Rafael del Cerro. Fuente: www.abc.es

 

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viernes, 14 de mayo de 2021

La huella de San Isidro en Madrid.

LA HUELLA DE SAN ISIDRO EN MADRID. 

Imágenes de San Isidro y Santa María de la Cabeza expuestas en una capilla de la Real Colegiata de San Isidro.

Este próximo 15 de mayo se celebra la festividad de San Isidro Labrador, Patrón de la Villa y Corte. Isidro Merlo Quintana nació en Madrid hacía 1082 y vivió gran parte de su vida en el arrabal de San Andrés.  Fue una persona muy longeva, ya que murió en 1172 a los noventa años, circunstancia muy poco común en la época.

Exterior de la Capilla de San Isidro, vista desde la plaza de los Carros.

De joven estuvo trabajando como pocero, cavando pozos para la obtención de agua. Más tarde se trasladó a vivir a Torrelaguna, donde se casó con María Toribia. Su esposa llegaría a la santidad como él, siendo venerada con el nombre de Santa María de la Cabeza. Esta singular familia tuvo un único hijo llamado Illán, que también subiría a los altares. Tras esa etapa fuera de la Villa, los tres regresaron a Madrid, para cuidar las tierras de la familia de los Vargas.

San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza. Óleo atribuido a Alonso del Arco de finales del siglo XVII. Museo de los Orígenes.

 Durante toda su vida fue un hombre muy devoto, que solía visitar a diario desde primera hora de la mañana las iglesias de la Villa. En aquel recorrido se detenía a orar y escuchar misa. Era muy bondadoso con los más necesitados, a los que solía socorrer con lo poco que llevaba encima. Su amor era extensivo también a los animales, especialmente a las aves. Se cuenta que solía echarles generosamente granos de trigo, paliando su hambre cuando la nieve había cubierto los campos. Milagrosamente, el saco llegaba a casa completamente lleno de granos de trigo.

Museo de los Orígenes de Madrid o de San Isidro, en la plaza de San Andrés. Es una reconstrucción historicista del antiguo palacio que perteneció a la familia Vargas. 

Placa en recuerdo del Santo en la fachada del Museo de los Orígenes.

Uno de sus más conocidos milagros fue el de los bueyes. Cuando Isidro fue acusado de abandonar el trabajo para rezar,  su amo fue a espiarle y descubrió que los animales araban y realizaban las labores empujados por dos ángeles. Durante ese tiempo, el santo permanecía en un lugar apartado, absorto en sus oraciones.

Placa situada junto a la Ermita del Santo que recuerda el milagro de los bueyes.

También es famoso el milagro del pozo, cuando su hijo Illán cayó al interior al asomarse al brocal y estuvo a punto de morir ahogado. San Isidro y su esposa rezaron fervorosamente, consiguiendo que ascendieran las aguas del pozo, pudiendo salvar así a su hijo.

Poso del milagro que se conserva en el interior del Museo de los Orígenes.

Todavía se conserva el pozo dentro del Museo de los Orígenes (también llamado de San Isidro) en la plaza de San Andrés. Este centro guarda también una capilla construida en el siglo XVII, donde la tradición cuenta que estaban las habitaciones del matrimonio. La bóveda está decorada con la “Apoteosis de san Isidro”, pintada en 1789 por Zacarías González Velázquez. 

Capilla de San Isidro que se conserva dentro del Museo de los Orígenes.

Bóveda que muestra la "Apoteosis de San Isidro", pintada por Zacarías González Velázquez. 

En cierta ocasión estando en las tierras de su amo Iván de Vargas, éste le pidió agua para beber. Como a Isidro se le había acabado su cantimplora, clavó su aguijada –vara larga-  en el suelo y dijo la frase “Cuando Dios quería, aquí agua había”. Al momento brotó un manantial de puras aguas, a las que se atribuyeron con el tiempo propiedades curativas. En 1528 la emperatriz Isabel, esposa de Carlos I, mandó construir la ermita, en agradecimiento porque estas aguas habían sanado a su hijo.

Fuente de San Isidro, situada en el jardín junto a la Ermita del Santo.

Ermita de San Isidro. situada junto a la antigua Pradera del Santo, en el distrito de Carabanchel.

En el número 3 de la calle Pretíl de Santisteban, a unos pasos de la iglesia de San Pedro el Viejo, se encuentra la llamada “cuadra de San Isidro”. Según cuenta la tradición, aquí estuvo el corral donde Isidro encerraba a los bueyes de su señor. La capilla actual no es visible desde la calle, ya que se encuentra dentro de un caserón. 

Exterior de la finca de la calle Pretíl de Santisteban nº 3.

Construida en estilo neogótico en 1859, tiene un altar neoclásico, tallas y cuadros alusivos al Santo, y vidrieras de la Casa Maumejean.  Está custodiada por la Real, Muy Ilustre y Primitiva Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid y abre al público cada 15 de mayo y también algunos sábados.

Otro de los lugares “isidriles” es la antigua casa de la familia Vargas, en la calle doctor Letamendi esquina a San Justo, transformada hoy día en Biblioteca municipal Iván de Vargas. Aunque el caserón fue completamente reconstruido, todavía guarda un viejo pozo en el patio interior, algunos escudos heráldicos en la fachada y una inscripción en la portada principal que alude al santo. 

Antiguo caserón de los Vargas, en la calle Doctor Letamendi.

Inscripción en la puerta principal del caserón de los Vargas: "Esta fue la casa solar de Iván de Vargas, al cuál sirvió como criado el glorioso San Isidro".

Al morir en 1172, Isidro fue enterrado en el cementerio de su parroquia de San Andrés. En 1212 la figura del santo se apareció milagrosamente ante el rey Alfonso VIII durante la batalla de las Navas de Tolosa, ayudándole a vencer a los musulmanes. En agradecimiento, el monarca ordenó su exhumación y el traslado de sus restos al interior del templo de San Andrés. Su cuerpo apareció entonces incorrupto y fue instalado dentro de una urna de madera.

Lápida dentro de la iglesia de San Andrés que recuerda el lugar donde estuvo el primitivo cementerio parroquial.

Arca de San Isidro del siglo XIII, realizada en madera y pergamino pintado. Está expuesta en la girola de la Catedral de la Almudena. Fuente: www.alfayomega.es   

En 1619 es nombrado beato y en 1622 alcanza la santidad gracias al Papa Gregorio XV, convirtiéndose en patrón de Madrid. Se celebraron entonces unas solemnes fiestas de canonización de San Isidro en la Plaza Mayor,  junto a  los nuevos santos Teresa de Jesús, San Francisco Javier, San Ignacio de Loyola y San Felipe Neri. La cofradía de San Eloy. que reunía al gremio de los plateros, quiso sustituir para la ocasión la vieja arca medieval de madera que albergaba el cuerpo del santo por una nueva arca de plata y bronce.

Interior de la Capilla de San Isidro, con la imagen que presenta en la actualidad tras la gran restauración de 1990. 

En 1699 terminó la construcción de la barroca Capilla de San Isidro, dentro del templo de San Andrés. Tras la expulsión de los jesuitas durante el reinado de Carlos III, en 1769 su cuerpo y el de su esposa María de la Cabeza fueron trasladados a la antigua iglesia de San Francisco Javier. A partir de entonces este templo cambió su nombre por el de Real Colegiata de San Isidro.

Retablo mayor de la Real Colegiata de San Isidro. Es una copia del retablo original creado en el s. XVIII por Ventura Rodríguez y destruido durante la guerra civíl. 

Detalle de la parte central del retablo mayor, donde están alojadas las urnas con los cuerpos del santo matrimonio. 

 En 1960, el papa Juan XXIII le declaró mediante una bula como santo patrón de los agricultores españoles. En 1982 tuve ocasión de ver el cuerpo incorrupto de San Isidro, expuesto en una urna de cristal en la Real Colegiata, entonces catedral provisional de Madrid. Esta exposición extraordinaria tuvo lugar al cumplirse los 900 años de su nacimiento.

Fachada de la Real Colegiata de San Isidro en la calle Toledo.
 

Talla de San Isidro Labrador con la aguijada en la mano. Esta imagen suele procesionar cada 15 de mayo, junto con la de Santa María de la Cabeza, por el Madrid de los Austrias. 

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viernes, 7 de mayo de 2021

El edificio Coliseum, un rascacielos "a la madrileña".

EL EDIFICIO COLISEUM, UN RASCACIELOS "A LA MADRILEÑA". 

Imágen actual del Edificio Coliseum en la Gran Vía. 

En el número 78 de la Gran Vía madrileña se alza el edificio Coliseum, considerado por los especialistas como un rascacielos realizado a “escala madrileña”. Fue construido entre 1931 y 1933 por los arquitectos Casto Fernández-Shaw y Pedro Muguruza para albergar una sala de cine y viviendas de alquiler. Su promotor fue el famoso compositor y empresario Jacinto Guerrero (1895-1951), que residió también en este inmueble.

Estructura de hormigón del edificio Coliseum al comenzar la obra de albañilería, en diciembre de 1931. Fuente:  http://www.memoriademadrid.es/

Edificio Coliseum en los años 30, sin edificios alrededor. Fuente : http://www.viejo-madrid.es/

El Maestro Guerrero fue el creador de obras tan emblemáticas como las zarzuelas “Los Gavilanes”, “El Huesped del sevillano” y “La rosa del azafrán”, revistas musicales como “El sobre verde”, “Cinco minutos nada menos” o “La Blanca doble”, y marchas-pasodobles como “Soldadito español” o “Fiel espada triunfadora”. Desde 1956 tiene dedicada una calle en Madrid con su nombre. Está situada a pocos metros del Coliseum, justo detrás del edificio España

El maestro Jacinto Guerrero al piano. Fuente: https://musicadecomedia.wordpress.com/

El inmueble, que consta de diez plantas, tiene una clara influencia de la estética norteamericana. La fachada está escalonada, característica típica de los rascacielos de estilo “Art Decó” de EEUU. Inaugurado en 1932 como sala cinematográfica para 1.500 espectadores, su gran bóveda con la claraboya central fue bautizada por sus propios autores como “la bocina” . Durante la guerra civil (1936-39) fue utilizado como almacén de material militar, debido a su cercanía con el frente de guerra.

Claraboya y escenario del teatro Coliseum. Fuente:  http://fundacion.fundacionguerrero.com/

Interior de la sala. Fuente:  http://fundacion.fundacionguerrero.com/

Tras ser vendido a un nuevo propietario, en el año 2000 se cambió su uso a sala teatral, alojando desde entonces a famosos espectáculos musicales. El Coliseum y otros teatros, que todavía están en activo en este tramo de la Gran Vía, han dado lugar a que esta zona sea conocida con el castizo nombre del “Broadway madrileño”. Por su escenario han pasado obras musicales tan emblemáticas como “My fair lady”,  Cats”, “La Bella y la bestia”, “Fiebre del sábado noche”, “Chicago” o “Mamma mía”. Todo el teatro está protegido como Bien de Interés Cultural.

Cartelera del Cine Coliseum durante los años 50. Fuente: https://www.stage.es/teatro-coliseum

La inquilina más famosa de este edificio fue Concha Piquer, intérprete de copla y canción española,  con éxitos inolvidable como “Tatuaje” o “Ojos Verdes” entre otros muchos. Residió en el 2º izquierda desde la inauguración del inmueble en 1933 hasta su fallecimiento en 1990. Allí tuvo su estudio, por el que pasaron artistas como Orson Welles, Mariano Benlliure, Jacinto Benavente, Rafael de León, el maestro Quiroga y hasta una desconocida cantante principiante llamada Rocío Jurado

Retrato de doña Concha Piquer. Fuente:  https://www.youtube.com/

Placa municipal situada sobre el portal del edificio en recuerdo de la cantante Concha Piquer.

En el inmueble se aloja desde 1982 la sede de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero. En sus estatutos podemos leer que esta institución está dedicada a fomentar la cultura musical española, prestando atención especial al estudio, investigación y difusión de la zarzuela y géneros afines, y en particular a la obra de Jacinto Guerrero

 


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