domingo, 30 de enero de 2022

El Museo de las Artes del Libro de la Imprenta Municipal.

 EL MUSEO DE LAS ARTES DEL LIBRO DE LA IMPRENTA MUNICIPAL.

Fachada de la Imprenta Municipal - Artes del Libro, en la calle Concepción Jerónima nº 15. 

Detrás del Ministerio de Asuntos Exteriores, en el número 15 de la calle Concepción Jerónima, un moderno edificio de ladrillo y cemento rompe la sucesión de balcones simétricos y fachadas decimonónicas del barrio. Nos encontramos en la Imprenta Municipal, que guarda en su interior un poco conocido Museo de las Artes del Libro.

El asilo de San Bernardino, lienzo de Aureliano Beruete (1903). Museo de Historia de Madrid. 

Grabado que muestra el Asilo de San Bernardino. Fuente:  https://www.revistamadridhistorico.es/

Su origen se remonta a 1853, fecha en la que se fundó la Imprenta del Asilo de San Bernardino. Estaba situada en un edificio ya desaparecido de la calle Isaac Peral, donde hoy día se alza la Residencia de Profesores de la Complutense. Dependiente de la Beneficiencia Municipal,  la imprenta enseñaba el oficio a los niños acogidos en el Asilo, y a la vez proveía de material impreso a las dependencias municipales. Con el aumento de la demanda, la llamada Imprenta y Litografía Municipal se trasladó en 1877 a la Casa de la Panadería, y en 1913 a la Casa de Cisneros.

Personal de la Imprenta Municipal en 1928 en la anterior sede de la Casa de Cisneros (Plaza de la Villa). Fuente:  https://www.madrid.es/

En 1933 se construyó para la sede de la Imprenta Municipal este rompedor edificio de arquitectura racionalista, carente de adornos y decoración, con una estructura muy funcional realizada en hormigón armado, fachada de ladrillo visto y grandes ventanales acristalados. Las salas del interior se articulan alrededor de un patio cerrado, iluminado a través de un gran tragaluz.

Fachada de la Imprenta Municipal en la década de los años 30. Fuente:  https://www.madrid.es/

Patio central y tragaluz de la Imprenta Municipal en la actualidad.

Este edificio fue proyectado por los arquitectos Francisco Javier Ferrero y Luis Bellido, conocidos en Madrid por obras de estética similar, como el Mercado de Pescados de Puerta de Toledo, el Mercado de Frutas y verduras de Legazpi, o el complejo del Matadero.  El inmueble fue ampliado en 1955 por el arquitecto Lucio Oñoro, siguiendo las líneas constructivas de sus predecesores.

Patio central de la Imprenta Municipal en la década de los años 30. Fuente:  https://www.madrid.es/

Entrada principal al Museo. A la derecha, el edificio de ampliación levantado en 1955. 

El precedente del actual Museo fue la antigua Imprenta Artesanal, creada en 1986 en el Centro Conde Duque con el fin de preservar las técnicas artesanales de impresión y encuadernación de libros.  La Imprenta de la calle Concepción Jerónima tuvo que dejar de funcionar debido a la normativa de la Unión Europea, que obligaba a externalizar los encargos y necesidades del Ayuntamiento en esta materia. Con el fin de salvaguardar todo este legado histórico se creó en diciembre de 2011 en este edificio el Museo Imprenta Municipal – Artes del Libro, englobado en la Red de Museos Municipales de Madrid. 

Revista "La Ilustración Española y Americana"  expuesta en el Museo. Editada entre 1869 y 1921, fue considerada una auténtica escuela de dibujantes gráficos e ilustradores. 

Dentro de sus salas podemos repasar la historia de la imprenta, desde la invención en 1440 de la imprenta de tipos móviles por Gutenberg hasta el siglo XX. Este gran avance para la Humanidad permitió la extensión y la difusión del conocimiento escrito por todos los rincones del planeta.

Reproducción de una prensa de imprimir, según la configuración que tenía entre los siglos XVI y XVIII.

 La sala principal expone una imprenta manual del siglo XVI . Es una fiel reproducción sacada de un libro de las máquinas utilizadas en la época. Con una máquina como esta vio la luz en 1605 la edición príncipe de El Quijote, en la Imprenta de Juan de la Cuesta de la madrileña calle Atocha.   

Tórculo (hacia 1789), utilizado para imprimir planchas metálicas grabadas en hueco mediante el procedimiento calcográfico

Prensa de imprimir Krause, fabricada en Alemania en 1860.

El Museo muestra objetos singulares como un tórculo de 1789, una prensa litográfica de aspas de 1865, prensas manuales llamadas “minervas” de mediados del siglo XIX,  la prensa tipográfica Planeta de 1913, o una moderna linotipia Intertype de 1947.  

Prensas manuales llamadas “minervas”, fabricadas a partir de 1862 y utilizadas sobre todo para producir impresos en pequeño formato.

Linotipia Intertype, modelo de 1947 con el teclado que componía los textos para libros y prensa escrita. 

En el apartado de la Tipografía podemos una amplisima variedad de tipos móviles, utilizados “letra a letra” en las imprentas para componer los textos.

Caja que contiene todos los tipos móviles de un modelo de letra.

 Se exponen también ejemplares de libros bellamente encuadernados e ilustrados. En este apartado destacan los “bronces de dorar”, instrumental artesanal utilizado para decorar de forma artística las cubiertas de los libros.

Instrumental utilizado para la encuadernación de libros.

A la izda. encuadernación en piel verde y decoración geométrica de Antonio Díaz Montero (1959). A la derecha encuadernación en piel marrón y decoración romántica, de Antolín Palomino (1871).

 Paneles didácticos nos muestran las diversas técnicas de encuadernación y reproducción masiva de imágenes, antes de su declive por métodos modernos como el offset. Piedras litográficas, planchas calcográficas de metal y planchas xilográficas de madera fueron los instrumentos utilizados antiguamente para reproducir imágenes en estampas y grabados.

Prensa litográfica francesa de aspas, construida por Eugène Brisset en 1865 y muy utilizada durante el siglo XIX. 

Cartel de las Fiestas en Madrid en mayo de 1902 con motivo de la jura del rey Alfonso XIII.

 Este centro de acceso gratuito cuenta con talleres de encuadernación, restauración y edición de publicaciones municipales, donde expertos artesanos mantienen vivas todas las técnicas relacionadas con las Artes Gráficas, difundiendo sus conocimientos y realizando bellos trabajos de tipo institucional. La Imprenta ofrece al público actividades como talleres de caligrafía, de tipografía y de encuadernación artesanal. Dispone además de un aula, una biblioteca y un centro de documentación.  

En la fachada destaca el rótulo de la Imprenta Municipal, un guiño de los arquitectos a la Tipografía. La farola cilíndrica y la forja del portal de entrada pertenecen a la corriente artística del Art-Déco.

Puerta de entrada a la Imprenta Municipal - Artes del Libro.

En el año 2000 se instaló en la acera junto a la entrada de la Imprenta Municipal la escultura de “el farolero”, con su característica gorra de plato y su pértiga o “chuzo” para encender las farolas de gas. Formaba  parte de un conjunto de esculturas representando personajes y oficios madrileños, que fueron instaladas en los años 80 y 90 por varios puntos de la ciudad. Creada en 1999 por Félix Hernando García, estuvo instalada inicialmente en la plaza del Carmen.


Imágenes de "el farolero", escultura situada a la entrada de la Imprenta Municipal.

Mi agradecimiento al Director de la Imprenta Municipal Francisco José Marín Perellón por su cálida acogida, por dedicarnos generosamente su tiempo y explicar de forma amena y didáctica los fascinantes objetos históricos que atesora el museo.


Copyright © José Luis Rodríguez-Checa 2022.

Prohibida la reproducción total o parcial del artículo y las fotografías, salvo autorización escrita del autor.

 



viernes, 7 de enero de 2022

San Cayetano, la escondida iglesia de la calle Embajadores.

SAN CAYETANO, LA ESCONDIDA IGLESIA DE LA CALLE EMBAJADORES.

Portada principal del templo. A la izquierda San Andrés Avelino, en el centro Nuestra Señora del Favor y a la derecha San Cayetano. 

Hace pocos años se demolió un edificio ruinoso situado en la parte izquierda de la fachada de la iglesia de San Millán y San Cayetano, en la calle Embajadores 15. El solar quedó desde entonces vallado con un muro de ladrillo, horadado por un gran hueco.  Hoy día todavía se pueden contemplar a través de una reja metálica los grandes contrafuertes y otros detalles constructivos del templo.

Lateral izquierdo de la fachada de San Cayetano, con el solar que quedó tras la demolición del edificio.

Esta iglesia se encuentra injustamente emplazada en el primer tramo de la estrecha calle Embajadores, por este motivo carece de una perspectiva monumental acorde con su importancia histórica y su riqueza constructiva.

Fachada de San Cayetano, haciendo esquina con la calle del Oso.

El origen del templo se remonta a comienzos del siglo XVII, cuando en unas casas particulares de la calle del Oso se abre un oratorio dedicado a San Marcos y a Nuestra Señora del Favor. Años más tarde se funda en este lugar una casa para la Orden de Clérigos Regulares llamados teatinos, que vivían de las limosnas y se dedicaban a ayudar a los más necesitados. El oratorio se puso entonces bajo la advocación de uno de sus fundadores, San Cayetano de Thiene.

San Cayetano con el Niño Jesús en brazos, en su capilla de la Iglesia.

Proyecto de Pedro de Ribera de 1722 para el convento y la Iglesia de San Cayetano. Sección transversal. Fuente:  https://www.millanycayetano.org/historia/

Tras conseguir en la zona un solar para construir el templo, en 1669 comenzó a edificarse por el arquitecto Marcos López. Las obras se ralentizaron debido a motivos económicos, siendo continuadas más tarde por los conocidos arquitectos José de Churriguera y Pedro de Ribera. No fue hasta 1761 cuando fue totalmente finalizado gracias a Francisco de Moradillo.

Proyecto de Pedro de Ribera par la fachada principal de San Cayetano. Fuente:  https://www.millanycayetano.org/historia/

Balcon del coro sobre la puerta de acceso al templo.

En el interior destaca su planta de cruz griega, poco usual en los templos madrileños. Inscrita toda ella en un cuadrado, posee tres naves, capillas en los cuatro ángulos cubiertas con cupulillas, y una gran cúpula central con tambor que aporta luz y una gran monumentalidad al conjunto. 

Gran cúpula central del templo.

Detalle de la decoración de molduras de escayola en la bóveda de la nave lateral.

En una capilla lateral una sencilla lápida indica el lugar donde está enterrado el arquitecto y Maestro Mayor del Ayuntamiento Pedro de Ribera. Era feligrés de la parroquia y vivía justo enfrente, en el número 26 de la calle Embajadores. La iglesia es sede desde 1970 de la Real e Ilustre Hermandad de la Virgen del Rocío de Madrid.

Capilla y retablo de San Cayetano, con escalerilla de acceso al público para las ofrendas.

En el exterior sobresale la portada, atribuida a Pedro de Ribera. Está dividida en siete calles a base de pilastras gigantes de piedra rematadas con capiteles de orden compuesto, tiene tres grandes arcos de acceso y está revocada con ladrillo. Sobre los arcos tres hornacinas ricamente decoradas alojan las estatuas de piedra caliza de Nuestra Señora del Favor, San Andrés Avelino y San Cayetano. 

Detalle de los arcos de acceso al templo y las hornacinas con los santos titulares.

A partir de los años 80 del siglo XX, gracias al impulso del párroco Don Clemente García, se restauraron las torres y se decoró el interior. Desgraciadamente no se remataron ambas torres con el chapitel de pizarra que llevaban originariamente.  

Fachada de San Cayetano a comienzos del siglo XX. Fuente: https://www.pinterest.es/

Cuando en 1822 los teatinos fueron expulsados de Madrid, el convento quedó abandonado. Fue ocupado temporalmente por los frailes de San Gíl, mientras se reconstruía su convento madrileño. Con la ley de Desamortización de 1836 se transformó el cenobio en viviendas particulares, y la iglesia se convirtió en parroquia. 

En 1869 se demolió la iglesia de San Millán Abad sita en la plaza de la Cebada, por lo que San Cayetano asumió la feligresía de la misma, motivo por el cual está dedicada a los dos santos.

Interior de la iglesia antes de 1936. Fuente :   https://www.millanycayetano.org/historia/

El templo fue incendiado durante la guerra civil, perdiéndose todos los retablos y las obras de arte que atesoraba. El interior quedó en completa ruinas y únicamente se salvó la fachada, que logró mantenerse en pie gracias a la intervención de urgencia del entonces joven arquitecto Fernando Chueca Goitia

Ruinas de la iglesia de San Cayetano en 1944. Autor Martín Santos Yubero. Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Fuente:  http://www.madrid.org/archivos

A partir de 1952 el templo empieza a ser reconstruido por el Servicio Nacional de Regiones Devastadas y Reparaciones. Años después una comisión eclesiástica y laica, en la que destacó la ayuda de la conocida duquesa de Alba Cayetana Fitz-James Stuart, impulsó las obras hasta que pudo abrirse de nuevo al culto el 6 de agosto de 1962.

Detalle de los grandes pilares que sujetan la cúpula central. 

El gran retablo del altar mayor se construyó hace no muchos años, siguiendo modelos barrocos. Su originalidad reside en que contiene copias de famosos cuadros de tema religioso del Museo del Prado, National Gallery de Londres y Hermitage, con autores como Coreggio, Murillo, Ribalta, Van Dyck y Velázquez.
Retablo del altar mayor.

San Cayetano es un santo muy castizo y popular en Madrid, al que se suelen encomendar las personas desempleadas que buscan trabajo. Su festividad se celebra el 7 de agosto, con una sencilla procesión por las calles próximas al templo en el barrio del Rastro. Según cuenta la tradición, el santo concede una petición a la persona que acude a rezarle el día de su fiesta, le acompaña en la procesión y coge una flor de su carroza. 

Procesión de San Cayetano. Fuente: https://www.archimadrid.org/


Copyright © José Luis Rodríguez-Checa 2022.

Prohibida la reproducción total o parcial del artículo y las fotografías, salvo autorización escrita del autor.

 







El Hotel Palace, historia viva de Madrid desde 1912.

EL HOTEL PALACE, HISTORIA VIVA DE MADRID DESDE 1912. Entrada principal al hotel, en el chaflán de la calle Duque de Medinaceli con la plaza ...