LA ALMUDENA, TREINTA AÑOS DE CATEDRAL EN MADRID.
Muchas personas de
dentro y fuera de Madrid se preguntan por qué la Catedral de Santa María La Real de La Almudena es tan moderna. Se
critica su singular estética, que combina los estilos neogótico y neoclásico con
una decoración interior más vanguardista, e incluso hay quienes siguen llamando
catedral a la actual Colegiata de San Isidro.
La respuesta es muy
sencilla, la Villa de Madrid dependió eclesiásticamente hasta 1885 de la Diócesis de Toledo, sede de
la Catedral Primada de España, por lo que la capital no tuvo durante siglos un templo de tal categoría. En esa fecha, el Papa León XIII autorizó la creación de la Diócesis de Madrid, siendo Narciso Martínez izquierdo el primer Obispo que tuvo la ciudad.
Se dispuso entonces
que la Colegiata de San isidro de la calle Toledo fuera la
catedral provisional. La Patrona de Madrid carecía de templo titular desde que
en 1868 fue derribada la antigua Iglesia de Santa
María de la calle Mayor. Por entonces se decidió demoler el edificio religioso más antiguo de Madrid, ya que su construcción impedía
la ampliación de la calle Bailén.
La primera piedra de
la futura catedral fue colocada el 4 de
abril de 1883 por el rey Alfonso XII,
en unos terrenos cedidos por la Corona junto al Palacio Real. El monarca
guardaba el deseo de enterrar allí a su primera esposa María de las Mercedes, gran devota de la Virgen de la Almudena.
El proyecto inicial del templo, realizado por el arquitecto Francisco de Cubas, marqués de Cubas, preveía una gran mole neogótica florida de estilo francés, con decenas de agujas y contrafuertes, siguiendo la moda neomedieval de la época. Todavía podemos ver la gran maqueta de madera en las salas del Museo de la Catedral, abierto en 2007. Se puede visitar accediendo por el lateral derecho de la fachada principal del templo, en la plaza de la Almudena.
Tras unos años de obras, en 1911 se completó la gran Cripta. Obra de Enrique Repullés, Juan Moya y Miguel Olabarría, estos arquitectos continuaron el proyecto inicial del marqués de Cubas, que había fallecido en 1899. La Cripta está realizada en estilo neorrománico, y tiene más de 400 columnas y capiteles labrados todos ellos con formas diferentes. Hoy día funciona como parroquia de la Almudena, guardando en su altar mayor una imagen de la Virgen tallada en 1948.
La Cripta aloja además la imagen mariana más antigua de Madrid, la Virgen de la Flor de Lis, que procede de la desaparecida iglesia de Santa María. Es una pintura mural datada entre los siglos XII-XIII. Representa una Virgen como trono del Salvador, portando una flor de lis en la mano.
La Cripta está llena de numerosas sepulturas de grandes familias de la nobleza madrileña, como los marqueses de Cubas o de Urquijo, que contribuyeron con sus aportaciones económicas a la financiación del templo. Entre ellas destacan la de los principales arquitectos del templo, el marqués de Cubas y Fernando Chueca Goitia, los príncipes de Baviera, o más recientemente, empresarios como Ramón Areces e Isidoro Álvarez.
Las obran fueron avanzando con lentitud hasta la paralización durante la guerra civil. En la postguerra se mantuvo durante años este parón. Desechado el proyecto neogótico del marqués de Cubas, se decidió un cambio de rumbo en las obras. En 1944 el director General de Bellas Artes, el marqués de Lozoya, convocó un concurso nacional con la idea de conservar lo ya construido y encontrar un proyecto de templo capaz de armonizar estéticamente con el vecino Palacio Real. El concurso fue ganado por los arquitectos Carlos Sidro y Fernando Chueca Goitia. Este último tuvo la inmensa suerte de ver finalizada su gran obra cuarenta y nueve años después.
Las obras se reanudaron en 1950, construyéndose en pocos años el claustro del Arzobispado que mira a la calle Bailén y las grandes torres de la fachada principal. Tras un nuevo parón en los años setenta debido a motivos económicos, en 1984 el entonces cardenal Ángel Suquía constituyó un Patronato para la finalización de las obras. En él estaban representados el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid, la extinta Caja de Madrid, la Cámara de Comercio, la Asociación de la Prensa, la Fundación Villa y Corte, numerosas empresas privadas y personalidades públicas.
Las obras se reanudaron bajo la supervisión de Chueca Goitia, trascurriendo a buen ritmo. Por desgracia la Catedral no pudo estar lista para su inauguración en el mítico año de 1992, fecha en la que Madrid fue nombrada Capital Europea de la Cultura.
Hace treinta años, el 15 de junio de 1993, Su Santidad el Papa San Juan Pablo II acudió a Madrid para dedicar y consagrar la catedral, terminando así con esta anomalía histórica que sufría la ciudad. Ha sido el único templo de Europa consagrado por un Papa fuera de Roma. El Papa visitó Madrid por primera vez durante su visita a España en 1982, regresó en 1993 para consagrar la Almudena y en 2003 ofició una multitudinaria misa de canonización en la plaza de Colón.
Muy querido en Madrid, Carol Woytila tiene desde 1998 una estatua conmemorativa junto a la entrada al templo por la calle Bailén, obra del prestigioso escultor Juan de Ávalos.
En la pared de la nave derecha del crucero se situó un antiguo retablo gótico de Juan de Borgoña que aloja la imagen de la Virgen de la Almudena. Esta talla del siglo XVI reposa sobre un trono de plata barroco.
Se accede al altar por una escalinata doble, en cuya base está enterrada la reina María de las Mercedes de Orleans y Borbón. Casada tan solo cinco meses con el rey Alfonso XII, falleció en 1878 a los dieciocho años víctima de la tuberculosis. Al no haber sido madre de un rey, no tenía derecho a reposar en el Panteón Real del Monasterio de El Escorial. Sus restos estuvieron enterrados provisionalmente en este monasterio hasta su traslado a Madrid en noviembre de 2000.
El templo tiene planta de cruz latina, con nave central y dos laterales. El interior está decorado de una forma muy ecléctica. En lugar de las clásicas bóvedas de crucería gótica, la nave central está cubierta con coloridos paneles geométricos, obra del pintor José Luis Galicia, que nos recuerda las vigas de madera policromada de las iglesias románicas.
El presbiterio aloja el cristo de Juan de Mesa y una sillería de coro, ambos procedentes del antiguo Colegio Imperial, hoy Instituto de San Isidro. Por encima vemos unos vistosos murales, obra del sacerdote y artista Kiko Argüello, representando a Cristo Pantocrator y los siete misterios de la salvación. Las vanguardistas y coloridas vidrieras de esta parte, realizadas en cristal de Murano, son obras también de Argüello.
En la capilla central de la girola, detrás de altar mayor, se encuentra la Capilla de San Isidro, que guarda el arcón de madera y pergamino policromado del siglo XIII que contuvo el cuerpo incorrupto de San isidro, y las figuras del santo y su esposa Santa María de la Cabeza, obras de los siglos XVII–XVIII.
Destaca asimismo la capilla del Santísimo, decorada en 2011 con vistosos mosaicos realizados por el padre Ivan Marko Rupnik, responsable del taller de arte del Centro Aletti. Este artista creó también las decoraciones de la Sala Capitular y de la Sacristía Mayor.
Las capillas de las naves laterales del templo están dedicadas a santos madrileños o vinculados con la ciudad de época contemporánea. Destacan las de la Beata Mariana de Jesús, copatrona de Madrid, Santa Soledad Torres Acosta, Santa Ángela de la Cruz, Santa Maravillas de Jesús o San Vicente de Paúl, entre otros.
En noviembre de 2022 se inauguró a los pies del templo la capilla dedicada a San Juan Pablo II, Papa muy querido en Madrid que visitó nuestra ciudad en tres ocasiones. Dentro de una arquitectura neogótica se ha dispuesto una decoración a base de 1115 metros lineales de madera de cedro, en la que se expone un relicario con una ampolla con sangre del Santo Padre, fotografías del Papa, un Cristo crucificado y una gran roca de tres toneladas de mármol negro con su conocida frase “No temáis…”
Las puertas monumentales de la plaza de la Armería y de la calle Bailén están realizadas con relieves de bronce, obras de Luis Sanguino, representando figuras civiles y religiosas relacionadas con la historia del templo. Numerosos figuras de santos en piedra y bronce, realizados por artistas como Juan de Ávalos, Ramón Chaparro, José Luis Parés, Consuelo Perea y Luis Sanguino adornan la fachada principal, la fachada de Bailén y el tambor de la cúpula.
La celebración más importante que ha vivido estos años el templo han sido la boda el 22 de mayo de 2004 de los entonces Príncipes de Asturias don Felipe y doña Letizia . También se han celebrado funerales de Estado, como los dedicados a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 o a expresidentes del Gobierno como Leopoldo Calvo Sotelo y Adolfo Suárez. La Catedral de Madrid puede no ser del gusto de todos los madrileños y foráneos, pero es un edificio religioso digno de la capital de España y casa de su querida patrona, la Virgen de la Almudena.
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