LINA MORGAN, LA SONRISA DE LA LATINA.
He tenido la
oportunidad de visitar el palco privado de la inolvidable actriz Lina Morgan, situado en su adorado Teatro de La Latina. Me ha parecido una
buena excusa para recordar en un artículo la vida y la trayectoria de uno de los
personajes más queridos y añorados del mundo del espectáculo en España.
Un 20 de marzo de 1937
nacía en el número 4 de la calle Don
Pedro de Madrid María de los Ángeles
López Segovia, conocida artísticamente como Lina Morgan. Fue criada dentro
de una humilde familia con cinco hijos en unos años muy difíciles para España.
Su padre Emilio trabajaba como oficial en la Sastrería Roldán de la cercana
calle Toledo. Su madre se encargaba de la casa, sus hermanos pequeños recogían
cartón en la calle y lo vendían, para ayudar económicamente a la familia.
En la fachada de este
bello edificio de 1907, con rejerías y ventanales de estilo modernista, el entonces
alcalde Juan Barranco inauguró el 27 de diciembre de 1988 una lápida en memoria
y homenaje a la artista.
Desde muy pequeña
Lina tuvo siempre muy clara su vocación artística. Con tan solo 11 años
convenció a su padre para entrar en la academia
de baile clásico de Karen Taft, en la calle Libertad 15. En
esta escuela ya desaparecida estudiaron célebres figuras como Concha Velasco o Esperanza Roy. Con tan solo catorce años formó parte de la compañía
infantil de teatro “Los Chavalillos de
España”, que incluso llegó a hacer una pequeña gira por España.
Lina actuó en 1953 por
primera vez en el Teatro de la Latina
como bailarina de reparto en el espectáculo “La Copla flamenca”. Para
integrarse en la compañía de revistas Colsada,
falsificó su fecha de nacimiento, ya que era menor de edad. Cuando en 1956 le
ofrecen sustituir a una vedette y hacer su primer papel protagonista en
“Mujeres o diosas”, adoptó el nombre artístico de Lina Morgan. El nombre Lina provenía del suyo, Angelines. Su
hermano José Luis lo escogió junto con el apellido Morgan, no está claro si por el pirata, o
por la banca norteamericana.
Con su primer sueldo
de 150 pesetas (0,90 €), compró a su hermano José Luis su primer traje. Muy
unida a él, cuando pasaban por la puerta del teatro de La Latina, Lina siempre
le comentaba a su hermano que algún día sería suyo.
Lina Morgan creó un personaje cómico único, el de una chica
inocente y con poca cultura pero llena de ingenio, con un gracejo, unos
movimientos y miradas que rallaban en la caricatura y encandilaban al público.
Cuando los críticos le echaban en cara esta figura estereotipada, ella comentaba
que grandes actores como Charles Chaplin o Cantinflas también tenían sus
propios personajes y contaban con todo el respeto de la crítica y el público.
Lina actuó junto con conocidísimos actores y humoristas españoles en numerosas obras del empresario Matías Colsada, hasta fundar su propia compañía en 1975. Entre sus películas sobresalen los títulos: “Los subdesarrollados” (1968), “Soltera y madre en la vida” (1969), “La tonta del bote” (1970), “Le llamaban la madrina” (1973), “Una pareja distinta” (1974) o “Hermana, pero qué has hecho” (1995).
De entre sus cuatro
hermanos, Lina se sintió desde siempre muy unida afectivamente a José Luis : Él eligió su nombre
artístico, fue su representante, su productor y el director empresarial del
Teatro de la Latina. Este edificio, construido en 1919 por el arquitecto Pedro Muguruza y con capacidad para 905 espectadores, fue alquilarlo
en 1978 por la actriz. En 1981 lo compró al empresario Matías
Colsada por ciento veintisiete
millones de la época (762.000 €).
El fallecimiento de José Luis en 1996 fue un durísimo golpe para la actriz, que cayó por entonces en una larga depresión. En 2010 vendió su amado teatro de la Latina a una empresa privada por 7,5 millones de euros. Allí conservó un despacho y un palco de honor de por vida, según estipulaba el contrato.
En este teatro
estrenó sus conocidísimas revistas
“Vaya par de gemelas” (1981), “Sí al amor” (1985), “El último tranvía” (1987) y
“Celeste no es color” (1991). Cada 15 de agosto, si la actriz estaba actuando
en La latina, pedía permiso al público y salía a las puertas del teatro para entregar
un ramo de flores al pasar en procesión su querida Virgen de la Paloma.
Durante años se hizo
famosísimo el estribillo de la canción con la que terminaban sus espectáculos
en el teatro, compuesta por Gregorio García Segura y Manuel Santos. Este agradecimiento cantado sigue todavía muy vivo en el recuerdo popular :
“¡¡ Agradecida, y emocionada,
solamente puedo decir, gracias por venir !!”
La retransmisión en Televisión Española de su revista “Vaya par de gemelas” en 1983 supuso un
record histórico sin precedentes, al congregar frente a la pantalla a veinte
millones de espectadores. Esta obra, que estuvo en cartel desde 1981 a 1983
recaudó en el teatro 2.700 millones de pesetas de la época (16.000.000 €).
Tras retirarse definitivamente
de los escenarios, en 1994 hizo la serie “Compuesta
y sin novio” para Antena 3 y a partir de 1995 “Hostal Royal Manzanares” para TVE, con las que tuvo un arrollador
éxito de audiencia. Otras series televisivas de menor calado en las que
intervino fueron “Una de dos”, “Academia de baile Gloria” y “¿Se puede?”.
También hizo apariciones en series como “Aquí no hay quién viva”, “A tortas con
la vida” y “Escenas de matrimonio”.
La actriz fue siempre
muy discreta con su vida privada, no llegó a casarse ni se le conoció ninguna relación
o pareja conocida. En agosto de 2013 tuvo una enfermedad de la que no se
tuvieron apenas noticias. Solo se supo que estuvo un año ingresada en el Hospital Beata Maria Ana de la calle Doctor
Esquerdo. Aquejada de un cáncer de garganta que llevó en secreto, vivió varios
años alejada de la vida pública. Recluida en su piso de la calle Samaria 12 en el
barrio del Niño Jesús, estuvo atendida por personas de su círculo más íntimo.
El 27 de marzo de
2017, coincidiendo con el Dia Mundial del Teatro, se inauguró en la estación de Metro de La Latina (L-5) un gran mural en homenaje a la artista.
Realizado en cerámica por el artista David Cárdenas, recoge en veintidós metros
cuadrados referencias escritas y todos los escenarios de su vida en este barrio.
Desde noviembre de
2022, el espacio situado entre el vanguardista Centro Deportivo La Cebada y la
calle Toledo lleva el nombre de plazuela
de Lina Morgan, honrando la memoria de la emblemática actriz y cómica en el barrio
que la vio crecer.
Estas líneas son mi humilde homenaje a esta madrileña y "Grande de España". Hasta siempre Lina
Morgan, en nuestro recuerdo quedará eternamente tu gran sonrisa y los
maravillosos momentos que nos hiciste pasar.
Mi agradecimiento a
Javier Antolín (Pentación Espectáculos) por las facilidades dadas para realizar
las fotografías en el Teatro de La Latina
Copyright © José Luis
Rodríguez-Checa 2023.
Fotografías : © Elena
Alajarín.
Prohibida
la reproducción total o parcial del artículo y las fotografías, salvo
autorización escrita del autor.
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