jueves, 4 de enero de 2024

La Biblioteca de las Escuelas Pías, el templo del saber.

LA BIBLIOTECA DE LAS ESCUELAS PÍAS, 

EL TEMPLO DEL SABER. 


Biblioteca de las Escuelas Pías de la Uned, en la esquina de la calle Mesón de Paredes y la plaza de Arturo Barea.

En el corazón de Lavapíés, junto a la famosa Corrala de la calle Mesón de Paredes y la plaza de Arturo Barea, se alza uno de los edificios más sorprendentes de Madrid, la Biblioteca de las Escuelas Pías de la UNED. Este complejo inserta una arquitectura vanguardista de índole universitaria dentro de las ruinas de un antiguo templo del s. XVIII, con un resultado muy respetuoso y muy aplaudido por los especialistas en Arquitectura.

Entramado de madera que cubre el espacio circular de la antigua cúpula.

El origen de este edificio se remonta a 1616, cuando el caballero Gaspar de Pons funda en estos terrenos el Hospital de Nuestra Señora de Montserrat,  llamado también el hospital de la Corona de Aragón o de los Aragoneses. Se creó dentro de una casa de campo que poseía en esta zona de Lavapiés, junto a una ermita dedicada a la Virgen del Pilar.

Restos de la decoración original de molduras y entablamentos de escayola de la antigua iglesia, hoy biblioteca.

En 1729 el padre escolapio Juan García de la Concepción fue nombrado capellán de la ermita del Pilar, con derecho a regentar una escuela. El primer día lectivo acudieron 102 alumnos, que hubo que acomodar en el caserón que había sido antes hospital. A finales de ese año, el centro contaba ya con 400 alumnos. En 1735 el párroco de San Justo cedió definitivamente la ermita a la Orden Escolapia y se funda el colegio con el nombre de Nuestra Señora de la Portería, en el que la mayoría del alumnado pertenecía a familias humildes.

Fachada principal de la iglesia en la calle Mesón de Paredes a principios del s. XX. Fuente :  https://www.pinterest.es/

Fachada principal de la Iglesia en la actualidad. A la izquierda, el edificio anexo del Aulario de la UNED.

Entre 1737 y 1761 se construyó el Colegio, con varios parones debidos a problemas económicos. Las obras de la Iglesia se dilataron entre 1763 y 1790, de la mano del arquitecto Gabriel Escribano, hermano de la Orden, siguiendo un estilo neoclásico. El templo es de una sola nave, con pequeñas capillas a los lados. La parte principal del presbiterio está formada por una gran rotonda, sobre la que se dispone un gran tambor y una cúpula de media naranja.

Interior de la Iglesia. Tarjeta postal Hauser y Menet, hacia 1910. Fuente  https://www.memoriademadrid.es/.

  La decoración escultórica estuvo a cargo de Alfonso Vergaz. Los reyes Fernando VI, Carlos III y Carlos IV y personajes nobles como el duque de Alba o la duquesa de Benavente aportaron dinero para las obras y el mantenimiento del centro.  En esa época el centro educativo cambió su nombre por el de Colegio de San Fernando, aunque era conocido popularmente como Colegio de Lavapiés.

Estado actual del escudo de la Orden sobre el gran arco de la rotonda.

Hacia 1760 el colegio llegó a ser tan grande que contaba con más de 2.300 alumnos. Contaba por entonces con un magnífico profesorado y su enseñanza alcanzó un gran prestigio.  Fue un centro pionero, al crear en 1795 la primera escuela para sordomudos de España a instancias de Manuel Godoy, primer ministro del rey Carlos IV.

Capilla de alumnos internos. Tarjeta postal Hauser y Menet, hacía 1910. Fuente  https://www.memoriademadrid.es/

Con la invasión de las tropas francesas en 1808, la comunidad de los escolapios fue desalojada y el centro sufrió grandes pérdidas bibliográficas y patrimoniales. Tras la guerra de la independencia  descendió notablemente el número de alumnos, pero el centro se rehabilitó y continuó con la enseñanza, atendiendo gratuitamente a los alumnos de las clases más desfavorecidas. 

Los años posteriores fueron complicados, dentro de un siglo XIX lleno de pronunciamientos militares, saqueos de conventos y matanzas de religiosos o las guerras carlistas, que desembocarán en la Revolución de 1868 y el destronamiento de Isabel II.

Clase de infantil en las Escuelas Pías hacia 1921. Fuente  https://www.memoriademadrid.es/

A finales del s. XIX la biblioteca estaba ya completamente recuperada, contando con más de 17.000 libros y valiosos manuscritos antiguos. En 1910 el centro impartía a sus alumnos un completo programa de clases de contabilidad, mecanografía, taquigrafía, e idiomas inglés y francés.

Chabolas construidas dentro de las ruinas de la Iglesia hacia 1955. Fotografia de Catalá-Roca. Fuente : https://www.catalaroca.com/

Perspectiva de la gran rotonda en la actualidad.

El edificio fue saqueado y sufrió un aparatoso incendio provocado en 1936, al inicio de la guerra civil, que le sumió en la ruina durante décadas. En el solar de las escuelas que daba a la calle Embajadores, el arquitecto Casto Fernández Shaw levantó en 1944 el Mercado de San Fernando. A ambos lados de la portada principal situó dos torres, rematadas en chapiteles de estilo neoherreriano o escurialense, muy de moda en la época.

Obras de construcción del Mercado de San Fernando desde la calle Embajadores. Fuente : https://mercadodesanfernando.es/

En la parte de la calle Tribulete, esquina a la calle Mesón de Paredes, se levantó en 1950 el Cine Lavapiés, en cuyos bajos estuvo abierta hasta 1983 la conocida sala de fiestas El Molino Rojo. Esta sala tenía un pequeño molino con aspas que giraban en su fachada, a imitación del Moulin Rouge de París. 

Fachada del Cine Lavapiés en la calle Mesón de Paredes, junto a las ruinas de la iglesia. Fuente :  https://enlavapies.com/

Allí actuaron figuras como Lola Flores y Estrellita Castro, tocaron los primeros grupos de rock y se organizaron desde “bailes de juventud” y espectáculos de flamenco a cabarets golfos. Como dato curioso, la actriz Pepa Flores –Marisol- interpretó a una cabaretera en la película titulada "La chica del Molino Rojo” (1973), rodada en este lugar.

Imagen de 1966 de la sala El Molino Rojo, en la calle Tribulete 16. Fuente : Página Facebook “Madrid en negro y blanco”. 

A pesar de los proyectos que se barajaron para este edificio y de las protestas que hubo, el cine Lavapiés fue derribado incomprensiblemente en 1993, teniendo la máxima protección urbanística. A finales de los años noventa, el Ayuntamiento inició una remodelación del barrio de Lavapiés, que incluía la rehabilitación de viviendas privadas, la reordenación de espacios públicos y la creación de equipamientos y zonas verdes. Con el nuevo siglo se construirá el aparcamiento de la plaza de Arturo Barea, se abre el parque del Casino de la Reina y se inaugura el moderno Teatro Valle Inclán de la plaza de Lavapiés.

Sala de lectura circular bajo la gran rotonda.

Detalle de un rincón de la biblioteca con el ladrillo original desprovisto de revocos. 

En 2001 comenzaron las obras de la Biblioteca dentro de las ruinas de la iglesia y de un Aulario de la Uned en la calle Tribulete, según proyecto del arquitecto Juan Ignacio Linazasoro . Anteriormente había construido el aparcamiento y diseñado la plaza de Arturo Barea, proyectados como un vestíbulo de acceso a la biblioteca, que fué inaugurada oficialmente en 2004.

Detalle del entramado de madera que cubre la rotonda y tamiza la luz.

La sala principal de lectura se distribuye a lo largo de la antigua nave central y bajo el viejo tambor o linterna de la rotonda central, ahora cubierta por una gran entramado de madera a modo de celosía para tamizar la luz. En el espacio que fue en su día el altar mayor, se alza hoy día una gran librería que nos evoca el antiguo retablo.  

Gran librería que ocupa el lugar del retablo que hubo en el altar mayor.

Estanterias-pupitre situadas en la antigua nave del templo y piso superior de lectura.

Estanterías y mobiliario de madera forman parte del conjunto arquitectónico y evocan los antiguos pupitres del colegio.  Se pueden ver partes de la decoración original del templo, los restos de piedra y escayola, y el ladrillo desnudo desprovisto de los viejos revocos. Incluso se ha musealizado un viejo pozo que apareció durante la rehabilitación.  

Detalle de la pared, con el ladrillo original desprovisto de revocos.

Viejo pozo en la zona del antiguo altar mayor.

La Biblioteca se puede visitar libremente de lunes a viernes entre las 09:15 y las 10:00 hh. y entre las 21:00 y 21:45 hh. ,accediendo por la puerta de la plaza de Arturo Barea. Está permitido realizar fotografías de su espectacular interior, respetando eso sí el silencio de los estudiantes que allí acuden. No os la perdáis.

 

Acceso a la Biblioteca desde la plaza Arturo Barea, junto a la estatua del mexicano Agustín Lara.


Copyright © José Luis Rodríguez-Checa  2024.

Fotografías : © Elena Alajarín. 

Prohibida la reproducción total o parcial del artículo y las fotografías, salvo autorización escrita del autor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

El Hotel Palace, historia viva de Madrid desde 1912.

EL HOTEL PALACE, HISTORIA VIVA DE MADRID DESDE 1912. Entrada principal al hotel, en el chaflán de la calle Duque de Medinaceli con la plaza ...