LA BIBLIOTECA DE LAS ESCUELAS PÍAS,
EL TEMPLO DEL SABER.
En el corazón de
Lavapíés, junto a la famosa Corrala de la calle Mesón de Paredes y la plaza de
Arturo Barea, se alza uno de los edificios más sorprendentes de Madrid, la Biblioteca de las Escuelas Pías de la UNED.
Este complejo inserta una arquitectura vanguardista de índole universitaria
dentro de las ruinas de un antiguo templo del s. XVIII, con un resultado muy
respetuoso y muy aplaudido por los especialistas en Arquitectura.
El origen de este edificio se remonta a 1616, cuando el caballero Gaspar de Pons funda en estos terrenos el Hospital de Nuestra Señora de Montserrat, llamado también el hospital de la Corona de Aragón o de los Aragoneses. Se creó dentro de una casa de campo que poseía en esta zona de Lavapiés, junto a una ermita dedicada a la Virgen
del Pilar.
En 1729 el padre
escolapio Juan García de la Concepción fue nombrado capellán de la ermita del
Pilar, con derecho a regentar una escuela. El primer día lectivo acudieron 102
alumnos, que hubo que acomodar en el caserón que había sido antes hospital. A finales
de ese año, el centro contaba ya con 400 alumnos. En 1735 el párroco de San Justo cedió definitivamente la ermita a la
Orden Escolapia y se funda el colegio con el nombre de Nuestra Señora de la
Portería, en el que la mayoría del alumnado pertenecía a familias humildes.
Entre 1737 y 1761 se construyó el Colegio, con varios parones debidos a problemas económicos. Las obras de la Iglesia se dilataron entre 1763 y 1790, de la mano del arquitecto Gabriel Escribano, hermano de la Orden, siguiendo un estilo neoclásico. El templo es de una sola nave, con pequeñas capillas a los lados. La parte principal del presbiterio está formada por una gran rotonda, sobre la que se dispone un gran tambor y una cúpula de media naranja.
La
decoración escultórica estuvo a cargo de Alfonso Vergaz. Los reyes Fernando VI, Carlos III y
Carlos IV y personajes nobles como el duque de Alba o la duquesa de Benavente
aportaron dinero para las obras y el mantenimiento del centro. En esa
época el centro educativo cambió su nombre por el de Colegio de San Fernando,
aunque era conocido popularmente como
Colegio de Lavapiés.
Hacia 1760 el colegio
llegó a ser tan grande que contaba con más de 2.300 alumnos. Contaba por
entonces con un magnífico profesorado y su enseñanza alcanzó un gran prestigio. Fue un centro pionero, al crear en 1795 la primera escuela para sordomudos
de España a instancias de Manuel Godoy, primer ministro del rey Carlos IV.
Con la invasión de las tropas francesas en 1808, la comunidad de los escolapios fue desalojada y el centro sufrió grandes pérdidas bibliográficas y patrimoniales. Tras la guerra de la independencia descendió notablemente el número de alumnos, pero el centro se rehabilitó y continuó con la enseñanza, atendiendo gratuitamente a los alumnos de las clases más desfavorecidas.
Los años posteriores fueron complicados,
dentro de un siglo XIX lleno de pronunciamientos militares, saqueos de
conventos y matanzas de religiosos o las guerras carlistas, que desembocarán en
la Revolución de 1868 y el destronamiento de Isabel II.
A finales del s. XIX
la biblioteca estaba ya completamente recuperada, contando con más de 17.000 libros
y valiosos manuscritos antiguos. En 1910 el centro impartía a sus alumnos un completo programa de clases de contabilidad,
mecanografía, taquigrafía, e idiomas inglés y francés.
El edificio fue
saqueado y sufrió un aparatoso incendio provocado en 1936, al inicio de la
guerra civil, que le sumió en la ruina durante décadas. En el solar de las
escuelas que daba a la calle Embajadores, el arquitecto Casto Fernández Shaw levantó
en 1944 el Mercado de San Fernando. A ambos lados de la portada principal situó dos torres, rematadas
en chapiteles de estilo neoherreriano o escurialense, muy de moda en la época.
En la parte de la calle Tribulete, esquina a la calle Mesón de Paredes, se levantó en 1950 el Cine Lavapiés, en cuyos bajos estuvo abierta hasta 1983 la conocida sala de fiestas El Molino Rojo. Esta sala tenía un pequeño molino con aspas que giraban en su fachada, a imitación del Moulin Rouge de París.
Allí actuaron figuras como Lola Flores y
Estrellita Castro, tocaron los primeros grupos de rock y se organizaron desde “bailes
de juventud” y espectáculos de flamenco a cabarets golfos. Como dato curioso, la
actriz Pepa Flores –Marisol- interpretó
a una cabaretera en la película titulada "La chica del Molino Rojo” (1973),
rodada en este lugar.
A pesar de los proyectos que se barajaron para este edificio y de las
protestas que hubo, el cine Lavapiés fue derribado incomprensiblemente en 1993, teniendo la máxima protección urbanística.
A finales de los años noventa, el Ayuntamiento inició una remodelación del
barrio de Lavapiés, que incluía la rehabilitación de viviendas privadas, la reordenación de espacios públicos y la creación de equipamientos y zonas verdes. Con
el nuevo siglo se construirá el aparcamiento de la plaza de Arturo Barea, se abre el parque del Casino de la Reina y se inaugura el moderno Teatro
Valle Inclán de la plaza de Lavapiés.
En 2001 comenzaron las
obras de la Biblioteca dentro de las
ruinas de la iglesia y de un Aulario
de la Uned en la calle Tribulete, según proyecto del arquitecto Juan Ignacio
Linazasoro . Anteriormente había construido el aparcamiento y diseñado la plaza de Arturo Barea, proyectados como
un vestíbulo de acceso a la biblioteca, que fué inaugurada oficialmente en 2004.
La sala principal de lectura se distribuye a lo largo de la antigua nave central y bajo el viejo tambor o linterna de la rotonda central, ahora cubierta por una gran entramado de madera a modo de celosía para tamizar la luz. En el espacio que fue en su día el altar mayor, se alza hoy día una gran librería que nos evoca el antiguo retablo.
Estanterías y mobiliario de
madera forman parte del conjunto arquitectónico y evocan los antiguos pupitres del colegio. Se pueden ver partes de la decoración original
del templo, los restos de piedra y escayola, y el ladrillo desnudo desprovisto de los viejos revocos. Incluso se ha musealizado un viejo pozo que apareció durante la rehabilitación.
La Biblioteca se puede
visitar libremente de lunes a viernes
entre las 09:15 y las 10:00 hh. y entre las 21:00 y 21:45 hh. ,accediendo por la puerta de la plaza de
Arturo Barea. Está permitido realizar fotografías de su espectacular interior,
respetando eso sí el silencio de los estudiantes que allí acuden. No os la
perdáis.
Copyright © José Luis
Rodríguez-Checa 2024.
Fotografías : © Elena
Alajarín.
Prohibida la
reproducción total o parcial del artículo y las fotografías, salvo autorización
escrita del autor.
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