jueves, 27 de octubre de 2022

Cuarenta años de pasión por Madrid.

 CUARENTA AÑOS DE PASIÓN POR MADRID.

Calle de Toledo vista desde la Colegiata de San Isidro. Al fondo, arco de Cofreros de la Plaza Mayor.

Me vais a permitir publicar este artículo autobiográfico, ya que este mes de octubre se cumplen mis primeros cuarenta años “pateando” Madrid. Todo comenzó a mediados de octubre de 1982, con catorce años recién cumplidos. Acababa de ingresar en el Instituto Nacional de Bachillerato Cervantes, en la calle Embajadores, 70. En aquel curso se permitía salir del edificio a la calle durante el descanso que había a media mañana.

Entrada principal del Instituto Cervantes en la calle Embajadores 70.

Una día salí del noble edificio de Jareño y enfilé calle Embajadores arriba, movido por un deseo de descubrir cosas nuevas. Debido a que mis conocimientos sobre Madrid eran entonces muy escasos, opté por no abandonar el eje de esta calle para no perderme. Caminando cuesta arriba, llegué al llamado “corazón” del Rastro  en la plaza de Cascorro, tomé la calle Estudios y terminé a las puertas de la entonces Catedral provisional de Madrid, hoy Real Colegiata de San Isidro.

Inicio de la calle Toledo, con el acceso al estacionamiento subterráneo de la Plaza Mayor. Al fondo, Arco de Cofreros por el que se accede a la plaza.

La vista que apareció ante mis ojos me sorprendió, ya que divisé al fondo parte de la Plaza Mayor, visible desde el llamado Arco de Cofreros dónde nace la calle Toledo.  Para mí, aquella imagen fue impactante, ya que había llegado por mi propio impulso a un lugar en el que había estado en contadísimas ocasiones, y siempre acompañado de mis padres, probablemente en fechas navideñas. Se puede decir que ese día se produjo mi “flechazo” por Madrid.

A partir de entonces se abrió ante mí todo un mundo de posibilidades para conocer Madrid a fondo, para escaparme durante los “recreos” del Instituto Cervantes, para “patear” a mi antojo la ciudad en mi tiempo libre, incluso para acudir junto a alguno de mis compañeros del Centro educativo y mostrarles rincones y vericuetos que había conocido en el barrio de los Austrias. Recuerdo que uno de mis primeros "descubrimientos" fue contemplar el jardin del "Huerto de las Monjas", abierto en los años 80 entre las calles Sacramento y Rollo, en lo que fue el antiguo huerto del desaparecido Convento del Sacramento.  

Jardín municipal del "Huerto de las Monjas", situado entre la calle Sacramento 7 y la calle del Rollo.

En 1985, al pasar junto a la entonces Catedral de San Isidro tuve la oportunidad de entrar y contemplar por primera vez el cuerpo incorrupto de San Isidro.  Se exponía al público para conmemorar el primer centenario de la Diócesis de Madrid. Desde aquella época, en la que no tenía cámara fotográfica ni teléfono móvil, he ido archivando en mi memoria numerosos rincones de Madrid que han sufrido grandes cambios y transformaciones a lo largo de estas cuatro décadas.

Cartel anunciador de las Fiestas del distrito Centro en 1987, con la estética típica de los años 80. Colección del autor.

Fui una de las primeras diez personas que se pusieron a la cola el 20 de enero de 1986 en la Plaza de la Villa, esperando que abrieran al público la capilla ardiente del alcalde Enrique Tierno Galván.  El Viejo Profesor había fallecido en un hospital madrileño el día anterior.

Multitudinario entierro de Enrique Tierno Galván el 21 de enero de 1986 a su paso por la plaza de Cibeles. Fuente: https://elpais.com/

La multitudinaria despedida del pueblo de Madrid tuvo lugar el 21 de enero. Se inició en la plaza de la Villa, atravesó la Puerta del Sol y recorrió la calle de Alcalá hasta la despedida en Cibeles. Se calcula que un millón de madrileños se echaron esa tarde a la calle. Acudí con algunos compañeros del Instituto Cervantes hasta la plaza de Cibeles . Para ver mejor la comitiva fúnebre, con aquel impresionante coche de caballos que llegó desde el Museo de Pompas Fúnebres de Barcelona,  estuvimos subidos a las verjas del entonces abandonado Palacio de Linares,

Con Carmen García Velasco, profesora del Instituto Cervantes, en 1987 durante mi exposición de dibujos

En abril de 1987 organicé una exposición de dibujos en el Instituto Cervantes. Titulada “Arquitecturas informales”. Estaba formada de una serie de dibujos realizados a bolígrafo de tinta azul de edificios conocidos y algunas fantasías arquitectónicas. Conté entonces con el apoyo y el estímulo de mi profesora de dibujo y catedrática de Arte  Carmen García Velasco, a la que siempre estaré muy agradecidoEsta pintora y artista  continúa todavía en activo a sus ochenta y tantos años de edad y no he perdido el contacto con ella. 

Me sigue apasionando el mundo de la arquitectura, aunque reconozco que el dibujo lo tengo un poco abandonado.

"Diversos tipos de farolas de Madrid". dibujo de 1987 que estuvo expuesto en el Instituto de Bachillerato Cervantes. Colección del autor.

Casa de la Villa y Casa de Cisneros. Dibujo de 2015 realizado a tinta azul. Colección del autor.

En aquella época de los míticos años 80, era un lector incondicional del periódico quincenal “Villa de Madrid”, editado por el Ayuntamiento. Por entonces el alcalde Enrique Tierno Galván quiso dar un gran lavado de imagen a la ciudad en plena época de la “post-transición”, modernizándola con su apertura a Europa y al mundo. Todo aquello estuvo acompañado del "boom" artístico y musical que supuso la Movida madrileña.  

Cartel de las Fiestas de San Isidro de 1985, con la típica estética de los años 80. Colección del autor.

Diversas portadas del periódico municipal "Villa de Madrid" (1982 - 1992). Colección del autor.

Fui un lector que devoraba todo lo que se publicaba en dicho diario municipal, que llegaba a casa quincenalmente por correo, y que compartía con la gran lectora que fue mi recordada abuela Isabel. Solía acudir también al antiguo Patronato Municipal de Turismo, situado entonces en la calle Señores de Luzón, para conseguir publicaciones y folletos sobre la ciudad. Todavía conservo como si fuera una reliquia el librito llamado “Conocer Madrid”

Oficinas donde estuvo el antiguo Patronato de Trusimo del Ayuntamiento, en la calle Señores de Luzón, 10.

Por entonces conseguí fortuitamente varios números de la revista municipal cuatrimestral llamada también “Villa de Madrid”. Repleta de grandes artículos de investigación, de cultura y de actualidad madrileña, conservo la colección casi al completo, desde su primer número publicado en 1957.

Número 1 de la Revista Villa de Madrid (1957). Colección del autor.

Tras superar la antigua Selectividad en el verano de 1987, realicé la preinscripción y fui admitido en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense. Pero en septiembre de aquel año aprobé el  examen de ingreso en la antigua Escuela Oficial de Turismo, por lo que me decanté por estos estudios. La escuela estaba en el número 14 de la plaza de Manuel Becerra, edificio traspasado hoy día a la Universidad Rey Juan Carlos. Fueron unos años maravillosos de estudiante, en los que hice muy buenos amigos que todavía conservo.

Antiguo edificio de la Escuela Oficial de Turismo, en la plaza Manuel becerra, 14.

Desde esta plaza continué pateándome Madrid. Recuerdo que una mañana de noviembre me acerqué caminando a la plaza de Rubén Darío. Allí se había instalado la mesa petitoria del Día de la Cruz Roja, delante de la antigua sede de esta Institución. Allí pude dejar un donativo y saludar a la reina Doña Sofía, que presidía ese día la mesa. 

Guardo un gran cariño a toda la zona de Manuel Becerra y toda esta parte del barrio de Salamanca que recorrí en numerosas ocasiones.

Local de la calle Duque de Medinaceli 2, dónde estuvo hasta hace pocos años la Oficina de Información Turística de la Comunidad de Madrid. 

A comienzos de los años 90 hice las prácticas de informador turístico en las Oficinas de Información turística de  la Comunicad de Madrid en el Aeropuerto de Barajas, en la estación de Chamartín y en la calle Duque de Medinaceli número 2. En esta última coincidí con la directora responsable de las oficinas, la excelente profesional y admirada jefa que fue Pilar Pascual Encuentra.  Me gustaría muchísimo volver a contactar con ella, ya que le admiraba mucho y por desgracia perdí el contacto años después al jubilarse, en una época en la que no estaba todavía generalizado el uso del teléfono móvil.


Carteles promocionales con plazas madrileñas dibujadas. Editados por la Dirección General de Turismo de la Comunidad de Madrid, se distribuían en la Oficina de la calle Duque de Medinaceli. Colección del autor.
 

En 1992 me presenté a los diversos exámenes que entonces convocaba Patrimonio Nacional y conseguí el Título de Guía Autorizado en todos los inmuebles de este organismo en la Comunidad de Madrid. Fue una experiencia dura, pero muy enriquecedora por todo lo que aprendí.

En 1994 aprobé un concurso-oposición de la Comunidad de Madrid y estuve trabajando unos meses como funcionario interino en la oficina de Información Turística de la Comunidad de Madrid en la Estación de Chamartín, una experiencia buenísima que desgraciadamente no duró más tiempo. Traté eso sí de ser un funcionario ejemplar, dentro de una materia que siempre me ha apasionado, pero mi futuro no estaría unido al sector público.

Entrada principal a la iglesia de San Nicolás de Bari de los Servitas.

En octubre de 1997 mi esposa y yo elegimos para casarnos la iglesia más antigua de Madrid, San Nicolás de los Servitas (s.s. XII – XVII). Junto a la invitación de la boda, adjuntamos a los invitados un folio confeccionado por nosotros, con una reseña histórica del templo acompañada de unas fotografías. Este año 2022 hemos celebrado allí de nuevo una ceremonia religiosa para conmemorar nuestras Bodas de Plata.

Mi primer intento por entrar en el mundillo periodístico fue a finales de los años 90, cuando tuve una entrevista con Eugenio de Quesada, presidente del grupo Nexo. Por entonces dirigía el periódico Nexotur, especializado en el sector turístico. Estuve con él en la redacción, situada entonces en la calle Lope de Vega. Llegué incluso a escribir un artículo que me encargó sobre el sector, y que él mismo me corrigió en persona. Pero mi incipiente carrera de redactor no prosperó debido a motivos estrictamente económicos.

Estos últimos años he estado escribiendo pequeños artículos sobre temas madrileños, acompañados de fotografías propias y ajenas, que publicaba en mi muro de Facebook. En enero de 2018 contacté con la Editorial La Librería, especializada en la publicación de libros de tema madrileño desde 1986.

Tienda y Editorial La Librería, situadas en la calle Mayor 80.

Tuve una entrevista con el director de la Librería, Miguel Tébar, y su segundo de a bordo, el escritor y periodista Manu García del Moral, muy conocido en los círculos madrileños por sus libros sobre Madrid  y por su popularísima web “Secretos de Madrid”. Les interesaron mis artículos y mi forma de escribir sobre la capital y me encargaron entonces que escribiera mi primer libro: “Placas de las Calles de Madrid”.

Con Manuel García del Moral (Manu) en octubre de 2018 en la tienda de la editorial La Librería (C/ Mayor, 80)

Por desgracia Miguel Tébar nos ha dejado el pasado 10 de septiembre en un accidente de alpinismo. Aunque ya no esté entre nosotros, siempre le guardaré un afectuoso recuerdo, por haber confiado en un perfecto desconocido como yo para escribir mi primer libro.  “Placas de las calles de Madrid” se publicó en octubre de 2018, y fue el mejor regalo de cumpleaños que pude tener en mi cincuenta aniversario. Después he publicado con esta misma Editorial “Fantasmas de Madrid”, “Historias de las Calles de Madrid” y “Guía del Barrio de Las Letras”.

Detalle de la estantería de la tienda de la Editorial La Librería con mis obras.  

Siempre estaré muy agradecido a la Editorial por haberme encargado el libro de las Historias de las Calles, que escribí desde finales de 2109 y durante 2020, año de la pandemia. Su elaboración fue muy compleja, ya que tuve que resumir más de 500 biografías de personajes sacadas del diccionario de la Real Academia de la Historia, y describir un total de 960 calles madrileñas. Al dedicarme en cuerpo y alma a su escritura tuve un poco abandonada a mi familia. Pero gracias a ello pude alejar el fantasma de la depresión que me perseguía, debido a la inactividad y el erte laboral que sufrí en la empresa de servicios turísticos dónde trabajo.  

Firma de libros en el stand de Ediciones la Librería durante la Fería del Libro de Madrid, en junio de 2022. Fotografía de Rafa Plaza.

En cuarenta años, he debido hacer varios cientos de kilómetros paseando y conociendo Madrid, pero puedo decir humildemente que todavía me queda mucho por conocer. Continúo escribiendo artículos en este blog “Madrid Sorprende” (MadridSorprende.blosgpot.com). También publico fotografías y textos sobre la ciudad en la página de Facebook “Madrid Sorprende”. En esta misma red social he publicado más de 4.700 fotografías de farolas de todo el mundo en mi página “Farolas y faroles”.

Ya estoy preparando mi próximo libro, que será el quinto que escribo. Sólo puedo contar que versará, cómo no, sobre mi amada ciudad de Madrid.

Muchas gracias por haberme permitido compartir una parte muy importante de mi vida con todos vosotros.

 

Copyright © José Luis Rodríguez-Checa 2022.

Prohibida la reproducción total o parcial del artículo y las fotografías, salvo autorización escrita del autor.

 

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