miércoles, 28 de septiembre de 2022

Casa Ciriaco, un paseo por la gastronomía y la Historia de España.

CASA CIRIACO, UN PASEO POR LA GASTRONOMÍA Y LA HISTORIA DE ESPAÑA. 

 

Entradas a Casa Ciriaco por la calle Mayor y la calle San Nicolás.

Rodeado de edificios tan ilustres  como el palacio de Abrantes, el palacio de Uceda (Capitanía) y la Catedral Castrense, en el número 84 de la calle Mayor nos encontramos con el restaurante Casa Ciriaco.

El lema de Casa Ciriaco, expuesto en uno de sus salones.

“Comer es una necesidad. Saber comer es un arte” es el emblema de esta Casa, enmarcado junto con las numerosas fotografías dedicadas, recortes de prensa, recuerdos y cuadros con solera que abarrotan sus históricas paredes. 

Animada tertulia en los años 50 , con Ciriaco Muñoz con chaqueta blanca en primer término.

Su origen se remonta a 1887, cuando se abre este local como almacén y tienda de vinos. En 1923 los hermanos Pablo y Ciriaco Muñoz Sanz, que llevaban seis años trabajando allí, deciden quedarse con el negocio. Poco tiempo después, en 1929, inauguran el restaurante con el nombre de “Casa Ciriaco”. Tras casi cuatro décadas de oficio, en 1967 traspasaron la gestión a los hermanos Chicharro, camareros de la Casa que continuaron el negocio. 

Lienzo costumbrista de José fuente, con un carruaje a las puertas de Casa Ciriaco.

A mediados de 2018, el restaurante pasó a manos de nuevos propietarios. Tras unos meses de cierre, el local fue actualizado y puesto al día sin perder su esencia. En septiembre de ese año abrió de nuevo sus puertas a la ciudad de Madrid bajo la dirección de Carlos Figueroa.

Detalle del escudo de Casa Ciriaco, grabado en una silla.

Este renombrado restaurante encierra buena parte de la historia de España. En sus mesas se han sentado una extensa relación de destacadas personalidades: reyes, príncipes, políticos, artistas, escritores, intelectuales y un sinfín de personajes de la vida pública española. En sus manteles han saboreado sus afamados y castizos guisos, y sus salones han sido testigos de prestigiosas tertulias.

Desde un balcón de la aercera planta de esta finca en la calle Mayor 84, Mateo Morral lanzó la bomba a los reyes

El 31 de mayo de 1906 el cortejo con los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia recorría el trayecto entre la Iglesia de los Jerónimo y el Palacio Real, tras haber contraído matrimonio. Al pasar junto a Casa Ciriaco, el anarquista Mateo Morral les lanzó una bomba dentro de un ramo de flores desde el balcón de la pensión del tercer piso de la finca.

Atentado contra los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia en 1906 a las puertas de Casa Ciriaco. Fotografia de Eugenio Mesonero Romanos. Fuente: Archivo diario ABC

Al rebotar la bomba en los cables del tranvía no llegó a caer sobre el carruaje real, pero la deflagración costó la vida a veinticuatro personas e hirió a más de cien ciudadanos, salvándose los recién casados. El momento de la explosión fue recogido por el diario ABC en una fotografía obtenida fortuitamente por Eugenio Mesonero Romanos, nieto del escritor Ramón Mesonero Romanos, que dio la vuelta al mundo.

Placa en la fachada del restaurante que recuerda a Valle Inclán y su obra "Luces de Bohemia".

En la fachada de Casa Ciriaco, una placa de mármol recuerda que Ramón del Valle Inclán situó en este lugar la añosa librería “la Cueva de Zaratustra”, donde el protagonista Max Estella comienza el esperpéntico peregrinaje por la noche madrileña, en una de las escenas del libro “Luces de Bohemia” (1924).

Aquí estuvo cenando por última vez el gran pintor Ignacio Zuloaga. Pocos días después, el 31 de octubre de 1945, falleció en su casa-estudio de la cercana plaza de las Vistillas.


Rincón de la zona del bar, con una antigua nevera todavía en uso y unos odres de vino.

La más famosa tertulia que tenía lugar mensualmente en los salones de Casa Ciriaco fue fundada por Julio Camba (1884-1962), escritor y periodista de ideas anarquistas que fue moderándose con el tiempo. Años más tarde fue continuada con el nombre de “Amigos de Julio Camba” y presidida por Antonio Mingote, hasta su muerte en 2012. Se reunía la tercera semana de cada mes y llegó a tener hasta setenta tertulianos .

Escudo de Casa Ciriaco, diseñado por Antonio Mingote.

El recortadísimo dibujante, escritor y académico Antonio Mingote (1919-2012) era un cliente habitual y gran amigo de esta Casa. Para ella diseñó el original escudo que preside el salón principal, con un divertido personaje con armadura bebiendo de un porrón de vino, racimos de uvas y un pollo asado atravesado por una espada.

Barra de Casa Ciriaco. .

Nada más traspasar su puerta nos encontramos con una clásica barra de madera, antiguas estanterías repletas de vinos y licores y friso de azulejos. Sobre una antigua nevera blanca, todavía en uso, vemos unos viejos odres de vino. En este espacio algunas mesas clásicas de mármol acogen a los parroquianos que acuden a tomar una bebida, acompañada de sus afamadas “cazuelitas”.

Rincón del primer comedor.

A continuación pasamos al primer salón comedor, dónde se puede disfrutar de la cocina que tan espléndidamente dirige Cristina Alonso. Recortes de prensa, fotografías y cuadros se distribuyen por las cuatro paredes, como testimonio de su rico pasado. En un rincón, una gran fotografía recuerda el atentado al rey Alfonso XIII en 1906 a las puertas del local.

Pasillo de acceso al Comedor Julio Camba.

Desde este salón, un pasillo nos conduce al diáfano comedor principal, llamado “Julio Camba” en homenaje a este escritor y periodista, cuya vida estuvo muy unida a Casa Ciriaco.

Rincón dedicado a los toreros y al mundo taurino.

 Entrando a mano derecha nos encontramos con el rincón dedicado a los toreros y al mundo taurino, con recuerdos de figuras como Juan Belmonte, Domingo Ortega o del crítico taurino Vicente Zabala.


Rincón con dibujos originales de Antonio Mingote.

 Junto a la ventana que mira a la calle Factor, unos dibujos con personajes populares madrileños creados por el genial dibujante y escritor Antonio Mingote, sirven de homenaje a este gran artista.


Pared dedicada a los artistas y detalle de las fotografías dedicadas. 

 En la parte central, una pared está dedicada a los artistas, actores, periodistas e intelectuales, como Pablo Picasso, Andrés Segovia, Ortega y Gasset, Matías Prats, José Luis López Vázquez, Miguel Gila, Aurora Bautista y un largo etcétera.


Salón Real y detalle de las fotografías dedicadas por la Familia Real.  

 El extremo de este espacio que mira a la calle Mayor es el llamado “Salón Real”, dedicado a la Familia Real. Contiene numerosas fotografías y dedicatorias de los actuales reyes Don Felipe VI, Doña Letizia y sus hijas, de los anteriores monarcas y de los Condes de Barcelona, clientes habituales de la Casa.  También podemos ver escudos y recuerdos militares, junto a una escultura del Apóstol Santiago.   

Primer salón de la bodega, con la biblioteca y vinoteca al fono.  

Desde aquí parte una escalera que conduce al  sótano del edificio, dónde encontramos las bodegas. Este espacio, construido en el siglo XVIII, está cubierto con las bóvedas de ladrillo típicas del Madrid de los Austrias. Aloja dos grandes comedores privados y una surtida bodega. 

Rincón de la bodega con parte de la gran colección de botellas. 

Además de los caldos que Casa Ciriaco sirve al público, podemos admirar un pequeño museo con una sorprendente colección de botellas de vinos y licores.  Hay ejemplares con más de 100 años de antigüedad, destacando entre ellas las etiquetadas con las fotografías de renombrados personajes de la vida política nacional.

Comedor principal de la bodega.

Como curiosidad, Casa Ciriaco ofrece al público la “Tortilla a lo Ayuso”, en homenaje a la Presidenta de la Comunidad de Madrid y clienta de la Casa por su apoyo a la hostelería durante la pandemia. El restaurante ha obtenido reconocidos premios por platos tan madrileñísimos como la gallina en pepitoria o los callos con garbanzos. En su carta destacan además el rabo estofado, las albóndigas de ternera y, cómo no, el cocido madrileño,

 Servicio esmerado y amable, excelentes viandas, lealtad y discreción con los amigos y clientes son las señas de identidad de este restaurante, al que deseamos muchos años de vida.

Casa Ciriaco, un clásico renovado en la calle Mayor

Muchas gracias a Carlos Figueroa, gerente de Casa Ciriaco por su amabilidad y por todas las facilidades dadas para la realización de las fotografías.

Fotografías:  Elena Alajarín.

 

Copyright © José Luis Rodríguez-Checa 2022.

Prohibida la reproducción total o parcial del artículo y las fotografías, salvo autorización escrita del autor.

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