miércoles, 18 de mayo de 2022

Real Casino de Madrid, el fastuoso palacio de Alcalá 15.

REAL CASINO DE MADRID, EL FASTUOSO PALACIO DE ALCALÁ 15.

Fachada principal del Real Casino de Madrid en la calle Alcalá nº 15.

Junto a la nueva “milla de oro” de Madrid, que parte de la Puerta del Sol y se extiende hasta la calle Sevilla, en el número 15 de la calle Alcalá se alza el Real Casino de Madrid. Atravesar su gran portón de rica forja es adentrarse en un excepcional palacio, que atesora un riquísimo patrimonio artístico de carácter privado desde su inauguración en 1910.

Gran portón de entrada al Casino, diseñado por el arquitecto José López Sallaberry.

La historia del Casino se remonta a comienzos del s. XIX, cuando en el Café de Sólito, que estuvo situado entre las calles Príncipe y Manuel Fernández y González, se reunía un grupo de tertulianos. En 1836 estos jóvenes progresistas, hastiados de un clima social excesivamente politizado, decide fundar en la calle del Príncipe el Casino. 

Antigua ruleta de juego conservada en el Casino.

Eligen el nombre de casino alejándose de cualquier connotación política, con el único fin de crear un espacio social y recreativo exclusivo para socios. El Casino se ubicaría posteriormente en otras sedes de la calle Príncipe 12, en el palacio del Marqués de Santiago de la Carrera de San Jerónimo y en el Palacio de la Equitativa de la calle Alcalá.

Palacio de la Equitativa en 1902, última sede del Casino antes de la construcción del edificio actual en 1910. Fuente: http://www.memoriademadrid.es/

Cuando el número de socios se acercaba al millar, la Junta decidió convocar en 1903 un concurso internacional para construir un nuevo edificio. A él se presentaron proyectos de 27 prestigiosos arquitectos, pero ninguno logró convencer a la  mayoría y el concurso quedó desierto. 

Pasillo de la planta baja, dónde se muestran enmarcados varios planos originales presentados por los arquitectos al concurso de 1903. 

Los socios decidieron refundir varias de las propuestas presentadas bajo la supervisión del arquitecto municipal José López Sallaberry, socio del Casino que entonces estaba involucrado en el diseño de la cercana Gran Vía. Para evitar la incompatibilidad profesional, los planos fueron firmados por su cuñado Luis Esteve.

Escalera de Honor del Casino de estilo francés y toques modernistas, construida por José López Sallaberry.

Para su construcción, los socios invirtieron cuantiosas sumas de dinero, no escatimando en ningún detalle del mismo. Se emplearon los materiales más nobles, la decoración corrió a cargo de los artistas más prestigiosos del momento, y se amueblaron las estancias con detalles del mejor gusto de la época. Inaugurado en 1910, destaca en la calle Alcalá por su fachada asimétrica de estilo ecléctico. 

Detalle de las lámparas decorativas en el pasillo de la planta baja.

Tras atravesar la entrada principal y subir un tramo de escaleras, accedemos al Patio de Honor, dónde nace la fabulosa escalera imperial. Esta es la imagen más representativa y conocida por el gran público, un auténtico emblema del Casino de clara influencia francesa.

Escalera de honor del Casino, vista desde la planta principal.

En la planta baja encontramos el Salón Príncipe, un gran salón de actos multifuncional de moderno diseño.  En esa mima planta el Bar las Estancias, decorado con maderas al estilo inglés, nos sumerge en una relajada atmósfera de charlas y copas entre los socios.

Barra y rincón del bar Las Estancias.

En la primera planta merece la pena asomarse al Salón Alcalá, cuyos enormes ventanales, y su terraza adornada con grandes arcos que sobresalen en la fachada de la calle Alcalá.

Salón Alcalá, cuya terraza se abre a la arquería de la fachada principal.

 Artes decorativas y obras artísticas se reparten por todos los rincones del edificio, como el conocido grupo escultórico de Mateo Inurria “Las tres edades de la Mujer”, o el boceto de bronce que realizó Mariano Benlliure para el monumento madrileño a Emilio Castelar en la plaza del mismo nombre. 

Esculturas "Las tres edades de la Mujer", obras de Mateo Inurria.

Una soberbia colección de relojes procedentes de la antigua Sociedad Española de Relojería se distribuyen por todo el edificio, cubierto además con valiosas alfombras de la Real Fábrica de Tapices.

Uno de los relojes de época de la colección del Casino, situado en un pasillo de la planta principal.

El espectacular Salón Real está considerada la estancia más noble del Casino. Profusamente adornado con molduras y estucos de estilo rococó, su techo abovedado está cubierto de pinturas. El espacio está iluminado con luz natural por dos bovedillas de cristales de colores y también por dos enormes arañas de cristal de La Granja

Vista general del Salón Real. Fuente:  https://madridfilmoffice.com/

"La toilette de Venus", cuadro de Manuel Benedito situado en el Salón Real. 

"El Conjuro", obra del pintor Julio Romero de Torres.


Contiene una importante colección de desnudos femeninos y paisajes de los artistas  Benedito, Cecilio Plá, Romero de Torres, Emilio Sala o Sotomayor, y angelotes esculpidos por Benlliure, entre otras obras.  El frontal del escenario está cubierto por una enorme vidriera clásica de la prestigiosa Casa Maumejean.

Detalle de la rica decoración del techo del Salón Real, con el friso de amorcillos y los ángelotes, obras de Mariano Benlliure.

Detalle del escenario del Salón Real, cubierto por una artística cristalera pintada a mano por la Casa Maumejean.

La tercera planta puede considerarse como la zona más ilustrada del edificio. En la conocida como “Salón del Torito”, por una estatua de un astado obra de Isidore Bonheur de la mesa central, se reúnen los socios periódicamente en variadas tertulias. Precisamente una copia de esta escultura se entrega anualmente como Premio Taurino del Casino a figuras destacadas del mundo  de los toros.  

Salón del Torito, con la escultura del toro en el centro de la mesa de tertulias.

Una de las salas de lectura de la Biblioteca.

Esta planta dispone de varias salas de lectura. Por los pasillos encontramos los armarios-archivo clásicos de fichas, dónde están catalogados todos los libros de la Biblioteca. 

Detalle de un armario con los libros encuadernados. Contienen las fichas con el catálogo de los fondos de la Biblioteca.

Vista general de la gran Biblioteca neogótica del Casino.

Lo más impresionante de esta planta es la gran Biblioteca neogótica. Procedente de su anterior sede del palacio de la Equitativa, fue construida a finales del siglo XIX por el cerrajero Asins en hierro para prevenir incendios, copiando el modelo de la biblioteca del Palacio del Senado.

Sillón de lectura de estilo inglés, junto a dos antiguas máquinas de escribir.

Rincón de la Biblioteca neogótica, dividida en dos plantas de estanterías.

A finales del s. XX el Casino se encontraba en un estado de decadencia. La situación se resolvió traspasando en 1986 su gestión a la sociedad Gran Círculo. Con ello se mantenía la actividad del casino y sus miembros y a la vez se daba entrada a actividades sociales y eventos privadas que aportaban capital. Hoy día esta concesión la tiene la empresa Nh Hoteles. Con ello se consiguió restaurar el edificio, modernizar sus instalaciones, aumentar los socios y unirse con todos los honores a la rica actividad social y cultural madrileña.

La escalera de Honor vista desde la planta principal.

En la parte superior del edificio se aloja desde 1990 La Terraza del Casino, el exclusivo restaurante del chef Paco Roncero galardonado con dos estrellas Michelín, cuyos salones tienen vistas espectaculares a la calle Alcalá.

Cuádrigas del antiguo edifico BBVA, vistas desde la Terraza del Casino.

Decoración vanguardista en un salón del restaurante La Terraza del Casino.

El inmueble fue declarado en 1993 Bien de Interés Cultural. En marzo de 2021 la Casa de S. M. el Rey concedió al Casino el título de Real, que desde entonces luce en su escudo y en su imagen corporativa. Este club privado ofrece a los socios numerosas actividades culturales como conciertos, conferencias, exposiciones, tertulias o catas de vino. Además el edificio está dotado de gimnasio, piscina, peluquería, salas de juego, bar y comedor, entre otros servicios. 

Detalle de la rejería de forja de estilo francés de los balcones del Patio de Honor.
 

Mi mayor agradecimiento a Rosa Figueroa, del Departamento de Comunicación del Real Casino de Madrid, por su gran amabilidad al enseñarme el edificio y todas las facilidades dadas para la realización de las fotografías.

Fotografías: Elena Alajarín.

 

Copyright © José Luis Rodríguez-Checa  2022.

Prohibida la reproducción total o parcial del artículo y las fotografías, salvo autorización escrita del autor. 

1 comentario:

  1. Otra Maravilla arquitectónica de nuestro bonito País. Gracias por compartirlo

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