EL CÍRCULO DE BELLAS ARTES, ATALAYA DE LA CULTURA MADRILEÑA.
Como si de una auténtica atalaya se tratara, el Círculo de Bellas Artes de Madrid se alza en el número 42 de la calle Alcalá con su inexpugnable torre vigilada por Minerva, diosa de la sabiduría y de las artes. Fue construido entre 1919 y 1926 por el gran arquitecto Antonio Palacios (1874-1945) con un coste de seis millones de pesetas de la época (36.000 €).
El inmueble sobresale por sus grandes volúmenes y fachadas de estilo ecléctico, erigiéndose como
un destacado icono urbano en dicha vía, aunque
el acceso principal se encuentra en la calle Marqués de Casa Riera.
Este importantísimo
centro de creación y difusión cultural de alcance internacional tiene una
activa programación de actividades en la que destacan las artes plásticas, la literatura,
las ciencias, la filosofía, el cine o el teatro.
El origen del Círculo se remonta a comienzos de 1880, cuando un grupo de artistas decide fundar una institución que les permitiera programar sus propias exposiciones y alejarse del férreo control oficial y el gusto conservador de la época. Su fundación oficial tuvo lugar el 16 de abril de ese año en el número 5 de la calle Barquillo.
Su primer
presidente fue el pintor Juan Martínez de Espinosa, contando inicialmente con
267 socios. Entre sus más conocidos directivos a lo largo de su historia
destacan el dramaturgo y premio Nobel Jacinto Benavente, el comediógrafo
Carlos Arniches, o el periodista Joaquín Calvo Sotelo.
Desde su fundación y
hasta la construcción del edificio actual, el Círculo pasó por numerosas sedes
madrileñas. Reconocidos personajes de la historia de España han tenido relación
con esta institución, como un joven Pablo
Picasso que acudía a sus clases de pintura, o el novelista Ramón del Valle-Inclán, que estrenó su primera obra en el Teatro con
su compañía “El Cántaro Roto”.
Nada más entrar al
Círculo por la entrada principal de la calle Marqués de Casa Riera, unas
escaleras nos conducen al amplio vestíbulo. Desde allí nace la monumental
escalera de mármol blanco, cuyos brazos nos conducen a sus seis plantas. A mano
izquierda podemos ver la Sala Goya, utilizada para exposiciones, y a nuestra derecha unas puertas con artísticas vidrieras nos
permiten acceder al café-restaurante La
Pecera.
La sala más espectacular del inmueble se encuentra en la segunda planta. Es el llamado Salón de Baile, con las características columnas pareadas muy del estilo de Palacios, coronado por una ecléctica y colorista bóveda.
Una de las tradiciones más antiguas de este centro es la
celebración del Baile de Máscaras
durante la noche del sábado de Carnaval. El primer baile tuvo lugar en 1881 en el Teatro de la Comedia. Tras la prohibición de los carnavales tras la
guerra civil, y un breve paréntesis entre 1948 y 1950 el que se celebraron “bailes de exaltación de
los trajes regionales”, no se recuperó totalmente esta tradición hasta 1984.
En 1892 se encargó el primer cartel anunciador del baile al pintor Cecilio Plá. A comienzos del siglo XX se instituyó un Concurso anual al que se presentaban los mejores ilustradores de la época. Por ello el Círculo atesora una gran colección de carteles, realizados por prestigiosos artistas como Salvador Bartolozzi, Rafael Penagos, Federico Ribas o Eulogio Varela, entre otros muchos.
Como anécdota, señalar que en los años 60 del siglo XX, el Círculo se convirtió en un casino clandestino, con mesas de cartas y ruletas. Ocupaba la histórica Sala de las Columnas y contaba con la connivencia de las autoridades, en una época en la que el juego estaba prohibido en España.
El CBA fue poco a poco sumiéndose en una decadencia de la que logró salvarse a mediados de los años 80, con la renovación de la Junta directiva, la creación de un consorcio que buscó fuentes de financiación externas y la renovación de las instalaciones.
Desde hace unos años su azotea es una de las atracciones turísticas más visitadas de Madrid, debido a su amplio bar-terraza situada a 56 metros de altura, con espectaculares vistas sobre la calle Alcalá, la Gran Vía y la plaza de Cibeles.
Aunque la estatua de la diosa Minerva que corona el Círculo aparecía en el proyecto original de Palacios, no se instaló entonces por falta de
presupuesto. En 1966 se colocó en la azotea esta escultura en bronce de Juan Luis Vassallo. con un peso de más
de 3.000 kilos y una altura de 7,50 metros. Según cuentan las crónicas, para su instalación se emplearon tres grúas, siendo más elevado el gasto de todo este montaje que el coste de la propia escultura.
Parte de la planta
baja y toda la fachada que mira a la calle Alcalá está ocupada por su conocida
cafetería-restaurante “La Pecera”,
con una terraza en la calle protegida por un enorme toldo con el logotipo del CBA, obra de Alberto Corazón. Conserva la decoración original de Palacios y está adornada con varias
obras de arte, entre las que destaca la escultura "El salto de
Léucade", obra de Moisés de Huerta.
El Círculo es una
entidad cultural privada en la que colaboran organismos oficiales y empresas
privadas. Se financia con las aportaciones de sus más de 3.000 socios, de los
patrocinadores y con el alquiler de sus salas para eventos externos o rodaje de
películas. Toda su programación se difunde a través de la revista Minerva, la emisora Radio
Círculo y una amplia presencia en las redes sociales.
El edificio tiene una superficie de 15.000 m2 dedicados a la Cultura. Dispone del Teatro Fernando de Rojas, tres salas de exposiciones, siete salas de usos polivalentes, una planta entera dedicada a talleres y cursos de dibujo, pintura y grabado, y un cine-estudio.
Para
algunas de estas actividades es necesario contar con el carnet de socio
del CBA, como el acceso a la Biblioteca o la Sala de Billares. La entidad conserva un
fondo patrimonial de más de 1200 piezas de pintura, escultura, grabados,
dibujos, carteles, documentos y libros.
Esta Institución
realiza más de 3.000 actividades anuales y recibe la visita anual de más de
1.300.000 personas. Uno de los actos públicos más conocidos y populares del
Círculo es la Lectura Continuada del
Quijote, que realiza cada año el 23
de abril, Día Internacional de Libro.
Muchas gracias a Sofía García, Coordinadora de Comunicación, por abrirme las puertas del Círculo. Fotografías de Elena Alajarín.
Copyright © José Luis
Rodríguez-Checa 2022.
Prohibida la
reproducción total o parcial del artículo y las fotografías, salvo autorización
escrita del autor.
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