CASA BOTÍN, 300 AÑOS DE GASTRONOMÍA E HISTORIA.
El restaurante más antiguo del mundo, certificado por el Libro
Guinness de los Records, se encuentra en el corazón del Madrid de los Austrias.
Hablamos de “Casa Botín”, también conocido como “Sobrino de Botín”, en la
calle Cuchilleros 17.
El origen de este restaurante tricentenario se remonta al siglo XVII,
cuando un cocinero francés llamado Jean Botin, casado con una asturiana,
llega a Madrid y se establece por esta zona de la Plaza Mayor. Cuando años más
tarde fallecen los Botín, el negocio pasó a Cándido Remis, sobrino de su
esposa. Cándido abrió en 1725 una posada en la calle Cuchilleros,
quedando grabada la fecha en el dintel de la portada.
En aquella época las “casas de comidas” preparaban las viandas que les
traían sus clientes y se las servían una vez cocinadas. No tenían permiso para
servir carnes ni bebidas como el vino, debido a una rígida normativa que
existía para no competir con otros gremios.
El encantador horno de leña forrado de azulejos, que según cuentan no se ha apagado durante estos siglos de historia, pertenece también a la época de inauguración del establecimiento. Allí se siguen cocinando a diario especialidades castellanas de la Casa como el cordero o el cochinillo. Según cuenta la tradición, el mismísimo pintor don Francisco de Goya trabajó de joven, cuando era aprendiz de pintor, lavando platos en la cocina.
Llegado el siglo XIX se reformó el local, se instaló en la planta baja
un mostrador de pastelería y se abrieron los escaparates. El interior de esta
planta se decoró con un friso de madera labrada de estilo neogótico, con
adornos y detalles en pan de oro.
Vitrina con decoración neogótica tras el antiguo mostrador de pastelería y rincón del salón, situados ambos en la platan baja.
En 1930, la familia formada por Emilio González, su
esposa Amparo Martín y sus hijos Antonio y José, se hicieron cargo del
restaurante. Vivían en el segundo y tercer piso del edificio y por entonces
tenían a siete empleados a su cargo. Durante la guerra civil, Casa Botín continuó
su actividad convertido en un comedor para milicianos. Con la gran dedicación
de esta familia durante casi cien años, el negocio ha ido creciendo y
asentándose hasta el día de hoy como uno de los restaurantes más afamados de
Madrid, contando con una plantilla de 70 profesionales.
El establecimiento consta de cuatro
ambientes principales: Los salones castellanos de la primera y la segunda planta,
el salón de decoración neogótica de la planta de calle y la “cueva” del sótano,
antigua bodega abovedada de ladrillo. En agosto de 2020 abrió en el exterior
una terraza con pocas mesas, ocupando el espacio de la fachada.
Este restaurante está intimamente relacionado con la Literatura.
El gran Benito Pérez Galdós (1843-1920) lo cita en su obra cumbre “Fortunata
y Jacinta”, como recuerda la lápida de su fachada. También es nombrado en otra
de sus obras, “Misericordia”. El escritor frecuentaba Casa Botín y solía escribír
sus artículos dominicales en una mesa del comedor de la planta baja.
El escritor, periodista y Premio Nobel de Literatura Ernest
Hemingway (1899-1961) estuvo muy unido afectivamente a Madrid y llegó a
ser muy amigo de don Emilio, propietario de este local. De él escribió que era “uno de los
mejores restaurantes del mundo”, como aparece en la novela “Fiesta“ (1926). También
lo citó en su libro “Muerte en la tarde”
(1932).
Según me relató don Antonio González, propietario ya retirado,
Hemingway le propuso a su padre en los años cincuenta hacer una paella en la
cocina de Casa Botín. Cuando su padre don Emilio pudo degustar el resultado, le
aconsejó al escritor que continuara dedicándose a la literatura, materia que
dominaba sobre todas las cosas. El Nobel tenía una mesa siempre reservada junto
a un rincón del salón de la primera planta. Con su gran fama, Hemingway abrió
las puertas de Botín a los clientes norteamericanos que visitan España.
Botín inspiró además varias greguerías al gran Ramón Gómez de la Serna
como aquella que decía así : “Botín es
el gran restaurante donde se asan las cosas nuevas en las cazuelas antiguas”. También
aparecen citas literarias de esta Casa realizadas por numerosos escritores
como Carlos Arniches, Arturo Barea, Mariano de Cavia, Graham Greene, Antonio
Gómez Rufo, Nieves Herrero o María Dueñas.
Durante los años cincuenta del siglo XX, Casa Botín acogió en
numerosas ocasiones a la actriz Ava Gardner, mientras rodaba en España la película “La condesa descalza”. El local vivió además las juergas y excesos
de la actriz, como bailar descalza encima de una mesas durante una fiesta.
Por los manteles de Casa Botín han pasado miembros de la realeza y
la aristocracia españolas y un sinfín de personalidades como Woody
Allen, Neil Amstrong, Truman Capote, Tony Curtis, Michael Douglas, Federico
García Lorca, Charlton Heston, Jacqueline Kennedy, Nancy Reagan o Miguel
de Unamuno, entre otros muchos.
Como curiosidad, comentar que la idea de
solicitar el título del Record Guinness no partió de la dirección de Casa
Botín, sino de un cliente inglés asiduo al restaurante. El galardón fue
concedido en 1987, tras una investigación realizada por miembros del
comité. La pugna estuvo muy reñida con el restaurante Tour d´Argent de París, pero
éste fue finalmente descarado ya que había cerrado sus puertas al público en
algún periodo de su historia.
Larga vida a Casa Botín.
Copyright © José Luis Rodríguez-Checa
2025.
Fotografías : © Elena Alajarín.
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