"LA VIOLETERA", LA ESTATUA MÁS INSULTADA DE MADRID.
Una de las esculturas
madrileñas más criticadas, despreciadas e insultadas desde su misma creación ha
sido “La Violetera”.
Esta figura de bronce
representa a la famosa vendedora de violetas, protagonista del cuplé compuesto
en 1914 por el maestro José Padilla (1889-1960), con letra de Eduardo
Montesinos. En la época fue muy popular
gracias a la cantante Raquel Meller. Más tarde, fue inmortalizada por la actriz
Sara Montiel en la famosa película “La Violetera” , dirigida en 1958 por Luis César Amadori.
La escultura fue un
encargo en 1990 del entonces alcalde Agustín Rodríguez Sahagún al escultor Santiago
de Santiago (1925-2023), como homenaje al maestro Padilla. Mientras se daba
forma al proyecto, se estudió la posibilidad de poder escuchar junto a la
estatua la música de “La Violetera” en determinadas horas del día.
Se instaló en 1991
en el cruce entre la calle Alcalá y la calle Caballero de Gracia, frente al edifico Metrópolis. En
la placa de bronce insertada en el pedestal aparece este verso :
“Como ave
precursora
De primavera
En Madrid aparece
La Violetera”.
Padilla –
Montesinos.
Según los entendidos
la obra representa a la cantante Celia Gámez, protagonista de la revista musical
“Las Leandras”, estrenada en 1931 en el Teatro Pavón. En ella trabajaba como
castiza vendedora de nardos, oficio inspirado en la canción de “La Violetera”.
Al poco tiempo de ser inaugurada fue tachada de “cutre”, “arcaica”, “rancia” y “franquista”,
entablándose una “guerra política” de los grupos de la oposición del
Consistorio contra el entonces alcalde José María Álvarez del Manzano. El edil
fue tachado de hortera y de tener mal gusto.
Incluso se organizó
en marzo de 1999 una manifestación frente a la escultura, en la que
participaron un millar de personas bajo el lema “La rebelión de las musas”.
En dicho acto, la obra fue tapada simbólicamente con espejos. La convocatoria
fue organizada por la Asociación de Artistas Plásticos de Madrid, la Asociación
Madrileña de Artistas Visuales Independientes y el Club de Debates Urbanos.
En noviembre de 2000,
aprovechando unas obras de pavimentación de la Gran Vía, se desmontó
discretamente la estatua y se trasladó al Almacén municipal de esculturas de la
Casa de Campo.
En julio de 2002 se
creó una Comisión de Estética Urbana del Ayuntamiento, compuesta por
representantes de todos los grupos políticos municipales, el Colegio de
Arquitectos de Madrid, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, los
Cronistas de la Villa y la Fundación Amigos de Madrid.
Se estudiaron varias propuestas
de emplazamientos, como los teatros Pavón y La Latina, dónde se había representado la obra. Estas opciones fueron descartadas por motivos de
seguridad, debido al espacio insuficiente en la vía pública. Finalmente los
grupos municipales acordaron por unanimidad instalarla en su ubicación actual.
El 13 de junio de
2003 se inauguró de nuevo en el lateral de la castiza plaza de Gabriel Miró,
conocida popularmente como la plaza de las Vistillas, olvidada ya de toda
la tormenta de críticas del pasado.
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Fotografías : © Elena
Alajarín.
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